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8. Diversidad humana y adaptación

La relación entre ambiente geográfico y adaptaciones de la especie humana tienen diversas vertientes:

  1. La acción del ambiente sobre el genotipo (reglas de Bergman, Alen, etc.).
  2. La acción del ambiente sobre el individuo (crecimiento y desarrollo, tendencias
    seculares, etc.).
  3. La relación entre ambiente y población (nutrición, enfermedades, etc.).

La Ecología humana analiza la utilización de energía y la incidencia de los productos derivados de la actividad humana a diferentes niveles: agrícola, ganadero, industrial, etc. Se trata del estudio del ecosistema humano integrado en el ecosistema total, más amplio. La ecología de las poblaciones humanas integra estos aspectos con el marco de los factores evolutivos (migración, selección, etc.) y las transformaciones culturales y demográficas de las poblaciones humanas. La integridad, persistencia y la expansión de los grupos humanos dependen de factores ambientales. La Ecología Humana estudia la interrelación entre la comunidad y su ambiente. El ajuste necesario que permite la supervivencia de una población en un hábitat determinado es lo que determina la adaptación. Las interacciones ecológicas entre los grupos humanos y su ambiente se deben entender como:

  • Procesos biológicos que afectan al funcionamiento, crecimiento, reproducción y estructura de los individuos de un grupo
  • Procesos no biológicos en forma de respuestas culturales, técnicas y sociales.

la adaptación resulta de la interacción entre cambios biológicos y actividad cultural. Las diferencias entre los grupos humanos se manifiestan en sus relaciones ecológicas, que son parcialmente genéticas, pero también culturales. Las tasas de mortalidad y fecundidad humanas dependen de dos tipos de factores:

  • Intrínsecos: edad al matrimonio, frecuencia de coito, contracepción, mortalidad fetal, normas respecto al segundo matrimonio, estructura por edad y sexo, preferencia sobre el sexo de los hijos…
  • Extrínsecos: clima, alimentación, vectores de enfermedades, predadores…

Factores climáticos

Los organismos vivos están sometidos a la acción de los elementos del medio donde viven. Los limitantes ecológicos pueden actuar directamente sobre la morfología, la fisiología o el comportamiento mediante factores tanto bióticos como abióticos. La ecología humana estudia los límites de tolerancia y las preferencias ambientales de nuestra especie y la influencia de factores como el clima sobre la variación, diversificación y evolución biológica de las poblaciones humanas. La relación del ser humano con la Naturaleza es un proceso en el que intervienen condicionantes culturales.

  • Clima: conjunto de estados de la atmósfera en un lugar durante un largo periodo de
    tiempo.

El clima depende de factores ligados a la situación geográfica (latitud, altitud, relieve) que a su vez determina la incidencia de factores como la radiación solar, temperatura, luminosidad, humedad relativa, pluviosidad, vientos, etc. Existe una estrecha relación entre los factores climáticos de un lugar determinado y las adaptaciones de las poblaciones que viven en él. Las adaptaciones culturales crean, además de las adaptaciones biológicas, un microclima artificial. La Biología Humana considera en mayor medida la adaptación biológica que la aclimatación o acomodación, ya que para protegerse de las adversidades climáticas el ser humano adapta su forma de vida (adaptación cultural) antes que su fisiología o su morfología. Sin embargo las adaptaciones fisiológicas y morfológicas que poseemos son el resultado de los factores selectivos climáticos durante los últimos dos millones de años (desde Homo erectus).

  • Adaptación biológica: conjunto de cambios mediante los que el organismo supera las dificultades ambientales. Las adaptaciones biológicas incluyen los procesos bioquímicos, fisiológicos y genéticos necesarios para la acomodación a las dificultades ambientales (afecta tanto a aspectos estructurales como funcionales).

Los fenómenos adaptativos aparecen por: selección de los genotipos más viables, plasticidad durante el crecimiento del individuo, que es irreversible después del crecimiento, o aclimatación reversible a determinadas fluctuaciones ambientales. Si un tipo de función es adaptativo, su ausencia no lo será en las mismas circunstancias. De la interacción entre selección, plasticidad, aclimatación y factores indeterminísticos
(mutación y deriva), resulta el polimorfismo actual humano.

Adaptaciones a la radiación solar

La pigmentación de la piel, cabello e iris son caracteres hereditarios, relacionados entre si, que se han utilizado para la clasificación racial de las poblaciones humanas. En realidad es un carácter del que no se conoce su evolución, es complejo de cuantificar y es difícil de interpretar ya que depende de múltiplles factores (influyen otros colores en proximidad, cantidad y calidad de la luz, etc.). Los factores que intervienen en la pigmentación de la piel, por ejemplo, son diversos (Horsmann, 1960; Olivier, 1965):

  • Pigmentos oscuros (melanina) en la capa profunda de la epidermis.
  • Melanoide oscuro producto del catabolismo de la melanina difusa en la epidermis.
  • Pigmento amarillo (lipocromo), a base de carotenos, en el tejido adiposo.
  • Pigmento rojo (hemoglobina) en los capilares.
  • En algunos casos pigmentos biliares amarillos.
  • Factores adicionales como secreción sebácea, sudor, espesor de la piel o colores de interferencia.

Cada factor de pigmentación tiene una distribución particular sujeta a variaciones ambientales. El contenido en melanina tiene además un determinante genético estricto. Hay que distinguir, por tanto, entre una pigmentación primaria (hereditaria) y secundaria (afectada por el ambiente).

  • Melanogénesis: transformación de la tirosina en melanina (reacción catalizada por la tirosinasa).

La melanina es una sustancia compuesta, formada por el pigmento propiamente dicho y por proteinas (melanoproteinas). Desde el punto de vista de la coloración se distinguen dos tipos de melanina: eumelaninas de color pardo oscuro y feomelaninas de color amarillento (ricas en cisteina, aminoácido que suele faltar en las eumelaninas). La melanogénesis tiene un componente bioquímico y otro citológico. Ambos se complementan y en conjunto explican la variabilidad de color de la piel.

Biosíntesis de melanina

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Disposición de los melanocitos en la epidermis-

La melanina se sintetiza en lo melanocitos que se encuentran en la capa de Malpighi de la epidermis o a veces en el tejido conjuntivo subyacente. La melanina se forma a partir del aminoácido tirosina, que en presencia de tirosinasa (enzima presente en los melanocitos) se oxida a DOPA (Dihidroxi-fenil-alanina), después a DOPAquinona, y a melanina tras sucesivas oxidaciones por polimerización. La formación de melanina depende de tres factores: 1) presencia de tirosina (sustrato), 2) presencia de tirosinasa (enzima) y 3) presencia de oxígeno. La biosíntesis de melanina en el melanocito tiene lugar en tres etapas: 1) Biosíntesis de la proteina enzimática (tirosinasa) en el ergastoplasma y condensación en el aparato de Golgi; 2) Formación del premelanosoma (la tirosina se rodea de una membrana formando una vesícula); 3) Oxidación de la tirosina en el premelanosoma en presencia de tirosinasa, formándose melanina y formando el melanosoma. Los melanosomas son corpúsculos de 0,3 a 0,7 micras de diámetro (orgánulos característicos de los melanocitos), con forma alargada, excepto en los idividuos que presentan rutilismo (en los que sonn redondos). Los melanocitos adultos son células especializadas en la biosíntesis de melanina. Se pueden observar al microscopio mediante incubación in vitro de epidermnis (separada de la dermis mediante tripsina) en presencia de tirosina

 

Los melanocitos adultos derivan de melanoblastos embrionarios y son células estrelladas ramificadas, cuyo número por mm² es igual en todas las razas (lo que varía es la cantidad de pigmento elaborado) . Son células capaces de transferir gránulos de melanina a las células de Malpighi mediante secreción citocrina. Los gránulos de melanina se encargan de la protección frente a la radiación ultravioleta. Son los responsables de neutralizar los radicales  libres que se forman cuando la radiación UV incide en la piel. Sin melanina, los radicales no se neutralizan, lo que representa un riesgo por formación de eritremas, epiteliomas (cáncer) y otras afecciones cutáneas. La radiación UV-B de 295-300 nm sirve para biosíntesis de Vitamida D en la piel y la radiación UV-A de 340 nm causa el bronceado de la piel como respuesta a la exposición d la luz UV. La coloración de la piel depende de la cantidad de melanina presente. La pigmentación de la piel se puede analizar mediante descripción con tablas comparativas o por reflectometría (fotómetro de reflectancia) que mide el porcentaje de reflectancia a una longitud de onda de 685 nm, que es inversamente proporcional a la concentración de melanina en la piel (no mide el color sino la capacidad de absorción de la piel para ciertas longitudes de onda, lo que permite cuantificar los resultados mediante una variable continua)

La variabilidad individual y grupal de la concentración de melanina depende tanto de factores genéticos (pigmentación primaria hereditaria) como ambientales (pigmentación secundaria no heredable). La radiación UV estimula la producción de melanina y la secreción citocrina de los melanocitos. Podemos distinguir 8 tipos de variabilidad en la pigmentación de la piel: 1) corporal, 2) según la edad, 3) sexual, 4) hormonal, 5) según el estado de salud o emocional, 6) climática, 7) racial y 8) debida a factores ambientales diversos.

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  • Variabilidad corporal: en cualquier raza no todas las regiones del cuerpo están igualmente pigmentadas. Las regiones menos pigmentadas son el torso y abdomen. Son más oscuras las partes dorsales que las ventrales. La intensidad de la pigmentación en una determinada región del cuerpo es función de la densidad de los melanocitos (igual para todas las razas): 2120±90 en la cara, 890±70 en el tronco, 1160±40 en el brazo y 1130±60 en la pierna. Las diferencias se deben a la cantidad de melanina.
  • Variabilidad según la edad: en todas las razas los niños están menos pigmentados que los adultos. Los recien nacidos európidos o mongólidos tienen coloración sonrosada, que poco a poco se vuelve más o menos blanca o amarillenta. Los recien nacidos négridos son rosa oscuro pero pronto toman color moreno claro y después se oscurecen. La melanogénesis es mínima al nacer, si bien los melanoblastos empiezan a situarse en la piel del 3º al 6º mes de vida intrauterina. Además, la densidad de melanocitos se incrementa con la edad.
  • Variabilidad sexual: en todas las razas la mujer suele ser menos pigmentada que el varón ya que: 1) su piel es más fina y 2) el panículo adiposo subcutáneo es más abundante, con más carotenos que dan tonalidades más claras. Durante la gestación la melanogénesis aumenta.
  • Variabilidad hormonal: la hormona principal responsable de la melanogénesis es la intermedina (MSH), melanotropina de la hipófisis, estimuladora de la melanogénesis. En casos de hiperfunción de la hipófisis la piel es más oscura, mientras que si hay hipofunción es más clara. Otra hormona (de la corteza de las glándulas suprarenales) es la hormona adenocorticotrofa (ACTH), que inhibe la acción de la intermedina determinando menor pigmentación. En la “anemia bronceada” de Adisson hay mayor pigmentación por reducción o ausencia de adrenocortisona. Las hormonas sexuales estimulan la síntesis de intermedina, lo que causa el aumento de la pigmentación durante el embarazo. El hipertiroidismo o el hipotiroidismo también repercuten en el color de la piel, ya sea por exceso o falta de tirosina.
  • Variabilidad según el estado de salud: se producen variaciones en la pigmentación de la piel en ciertas enfermedades, como el síndrome de Adisson, la fenilcetonuria y en casos de anoxia en que por reducción de la oxihemoglobina la piel toma coloración azulada o lívida. Además, ciertos estados emocionales que producen vasoconstricción por descarga de adrenalina determan palidez pasajera.
  • Variabilidad climática: se debe esencialmente a la insolación. Una fuerte irradiación de UV puede producir oxidación de la tirosina en ausencia de tirosinasa. El calor también aumenta la pigmentación.
  • Pigmentación debida a factores diversos: la presencia de Cu (cobre) como oligoelemento es indispensable para la acción de la tirosinasa y su carencia provoca depigmentación.

Ecología de la pigmentación de la piel

121-pigmentacion.jpgEl rango de longitudes de onda que llega a la superficie terrestre va de 290 nm (nanómetros) a 2400 nm (1 nm = 10-9 m = 10 Å). El rango 240-390 nm corresponde a la luz ultravioleta (UV), el de 390–770 nm a la luz visible y el de 770–3000 nm al infrarrojo (IR). Por debajo de 290 nm la luz UV es absorbida por la capa de ozono a 25 Km de altitud. La radiación infrarroja (IR) produce una acción calorífica. La radiación visible repercute sobre la fotosíntesis y la ultravioleta tiene una efecto fotoquímico en la pigmentación de la piel. La intensidad de la radiación UV depende de la estación, de la altitud, la latitud, la nubosidad y la pureza del aire, entre otros factores. Los UV son radiaciones perjudiciales a corto plazo. Producen eritemas (rojez de la piel por dilatación de los vasos sanguíneos) por insolación prolongada. El organismo reacciona mediante la pigmentación de la piel (bronceado), aumentando la actividad de los melanocitos. Sin embargo también tiene un efecto beneficioso ya que la radiación UV desencadena la síntesis de Vitamina D3 antirraquítica a nivel de la piel. A largo plazo la radiación UV tiene efectos crónicos produciendo envejecimiento de la piel, por degeneración del colágeno (es más un efecto acumulativo por exposición repetida a la luz UV que un efecto de la edad del individuo) y cáncer, que es más frecuentes en las zonas de piel más expuestas al sol y menos en melanodermos (en los que la frecuencia no depende de la localización geográfica, mientras que en leucodermos la frecuencia se incrementa con la mayor intensidad de exposición hacia el ecuador).

La luz UV que penetra en la epidermis tiene dos efectos importantes: las longitudes de onda próximas a 3400 Å (340 nm) determinan el bronceado de la piel. Las comprendidas entre 2950 Å (295 nm) y 3000 Å (300 nm) son las responsables de la producción de vitamina D. La melanina absorbe la luz a estas longitudes de onda. A mayor intensidad de pigmentación menor cantidad de radiación UV que penetrará hasta la dermis. Existe una clara relación entre radiación UV, producción de Vit. D y contenido de melanina en la epidermis. Puesto que la vitamina D que se obtiene en la dieta representa una fracción
ínfima de las necesidades fisiológicas, la mayor parte de ella debe proceder de su síntesis
por acción de la ladiación UV. Un niño necesita de 5 a 10 ug por día de Vit. D. El pescado es rico en Vit. D y solo hay indicios en carne y vegetales, incluidos la leche y sus derivados. La radiación UV, al incidir en la piel, determina la conversión fotolítica del 7-dihidrocolesterol en calciferol. La vitamina D así sintetizada es biológicamente casi inútil; necesita dos hidroxilaciones sucesivas (en el hígado y en el riñón) para convertirse en un potente biocatalizador que estimula la absorción intestinal del Calcio y el Fósforo y regula el crecimiento óseo normal. Cuando la síntesis de Vit. D en la piel es insuficiente (o existe una hidroxilación anormal hepática y/o renal), desciende la concentración de Ca y fosfato inorgánico en plasma, alterándose el proceso de mineralización del hueso en crecimiento. Al quedar el hueso submineralizado puede deformarse por el peso y por las tensiones musculares, produciendo raquitismo y dañando también los músculos y varios órganos. Por el contrario, la hipervitaminosis D conduce a absorciones intestinales excesivas de Ca (hipercalcemia sérica), formándose un depósito patológico en vasos sanguíneos, riñón, músculos y piel. La hipovitaminosis D es muy elevada en muchas partes del mundo y ha sido causa de mortalidad en el pasado.

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Intensidad de la pigmentación de la piel en diferentes latitudes geográficas en relación con la radiación UV.

La carencia de radiaciones UV es frecuente en países templados y árticos. La piel clara es necesaria en clima templado. Un niño europeo malnutrido puede padecer raquitismo (la Vit. D está presente en el aceite de hígado que se recetaba antiguamente). Las poblaciones melanoafricanas de USA padecen raquitismo en la infancia con gran frecuencia por déficit de radiación solar (helioterapia). En mujeres de USA antes de la implementación de la dieta con Vit. D había deformaciones pelvianas en el 2% de las mujeres blancas y en el 15% de las mujeres negras. Estas deformaciones afectaban a la eficacia reproductora al reducir el canal del parto, causando presentaciones anómalas del feto con una frecuencia tres veces superior a la de pelvis normales. Por tanto se producía un aumento de la mortalidad infantil y también de la mortalidad materna durante el parto. La selección natural ha actuado enérgicamente mediante la relación UV-Melanina-Vit. D. Las poblaciones humanas presentan una distribución geográfica condicionada en gran medida por la intensidad de radiación solar. Cada pigmentación de la piel es ventajosa en ciertas regiones y desfavorable en otras. Los esquimales, aún en ausencia casi de radiación UV, no presentan raquitismo ya que ingieren gran cantidad de pescado y hígado. Grupos humanos con escasa pigmentación que habitan en zonas con intensa radiación UV pueden sufrir la destrucción de determinadas vitaminas y metabolitos (Vit. E, riboflavina, ac. Fólico y triptófano) sensibles a la luz (fotolíticos). Una deficiencia en folato causa anemia, abortos, esterilidad, etc. Por tanto, la pigmentación oscura en zonas de alta radiación puede proteger contra esta deficiencia en metabolitos y vitaminas fotosensibles. Laa pigmetación representa un equilibrio entre múltiples factores en relación con la diversidad de las poblaciones humanas, como la piel oscura en los pigmeos de bosque ecuatorial lluvioso, la piel amarillenta de los bosquimanos del desierto de Kalahari, la piel achocolatada rojiza de los Aborígenes Australianos del Gran Desierto Central, etc. Es probable que el ser humano primitivo tuviera una marcada pigmentación cutánea pero no excesivamente oscura. Las pieles fuertemente melanizadas han surgido independientemente más de una vez. Pigmentaciones similares en sitios distintos pueden representar procesos de convergencia adaptativa guiadas por la selección natural.

Adaptaciones a la temperatura

La temperatura es un factor ecológico fundamental ya que el organismo humano funciona como una máquina térmica que actúa mediante procesos de termogénesis (producción de calor por actividad metabólica a nivel celular) y termolisis (pérdidad de calor por radiación y evaporación). Las adaptaciones a la diversidad térmica son debidas tanto a selección (modificación de estructuras) como a aclimatación (procesos de regulación). La homeotermia implica una regulación de la actividad metabólica para mantener la temperatura constante a 37º Centígrados. La cantidad de calor producida por la actividad metabólica (M) depende de la pérdica de energía por evaporación (E), de la pérdida o ganancia por convección (C), conducción (K) o radiación (R), y del calor almacenado (S): M=E+C+K+R+S.

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Los primeros ajustes térmicos se realizan a nivel del sistema circulatorio. En un individuo desnudo y en reposo la neutralidad térmica se consigue en un ambiente de 32 a 33 grados y una humedad relativa del 40–50%. En caso de estar vestido la temperatura ambiente de neutralidad baja a 22-23 grados. Si la temperatura corporal del individuo se incrementa, se produce una vasodilatación de las arteriolas cutáneas que incrementa el flujo de sangre en dirección a la piel, con lo que se activa la pérdida de calor por radiación, convección y conducción. Por el contrario, si la temperatura del organismo disminuye, se produce una vasoconstricción para minimizar la pérdida de calor. Si la diferencia de temperatura entre exterior y el cuerpo aumenta, entran en funcionamiento otros mecanismos: en caso de temperatura elevada actúan las glándulas sudoríparas. La evaporación del sudor, que puede llegar hasta 2–3 litros por minuto, toma calor del cuerpo. La sudoración no está regulada en función del hábitat ya que en climas tropicales no se observa una disminución de la capacidad de sudoración (aunque con niveles altos de humedad no hay evaporación). Hay una gran variabilidad individual y no se observan diferencias raciales significativas. Si la temperatura baja se activa el calentamiento mecánico (tiritar o temblores musculares) para producir calor. Los mecanismos de termogénesis sin temblores (los Aborígenes Australianos no tiritan) se compensan con mecanismos culturales.

Además de las respuestas fisiológicas a la temperatura, se dan respuestas morfológicas debidas a selección. Las adaptaciones morfológicas como sistema adaptativo son comunes a todos los organismos y responden a las llamadas reglas de Bergmann y Allen.

  • Regla de Bergmann (1847): dimensiones grandes en climas fríos. En los vertebrados homeotermos las razas de climas fríos tienen una relación Volumen/Superficie corporal mayor que las de climas cálidos, con el fin de minimizar la pérdida de calor. Dentro de una misma especie, las razas geográficas de talla pequeña se encuentran en las partes más calidas del área de distribución, mientras que las más grandes están en las zonas más frías.
  • Regla de Allen (1877): extremidades cortas en climas fríos. En los mamíferos las razas o variedades de climas fríos tienen las extremidades proporcionalmente más cortas que las de regiones cálidas, también para reducir la pérdida de calor.
  • Ley de Schreider (1951): sintetiza las reglas precedentes y las generaliza. La termoregulación (lucha por mantener el equilibrio térmico interno) puede hacerse utilizando las reglas de Bergmann y Allen tanto por separado como simultáneamente.
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Relación entre volumen y superfícies en relación con las reglas de Bergmann y Allen.

Individuos gruesos y pesados soportan mal el calor; los pueblos árticos son de pequeña talla pero muy corpulentos (los Esquimales son una excepción de la regla de Bergmann porque tienen una talla corporal pequeña); las poblaciones centroafricanes son pequeñas, esbeltas y longilineas. Las reglas de Bergmann y Allen se cumplen a nivel general. Por ejemplo, se observan variaciones de gradiente morfológico debidas a factores genéticos. En el caso más sencillo un componente ecológico varía en función de un gradiente geográfico. Por ejemplo, el carácter “anchura de la nariz” muestra un gradiente norte-sur desde las regiones polares al ecuador que refleja adaptaciones a la temperatura y a la humedad. El incremento de volumen por unidad de superficie corporal define una clina geográfica de norte a sur (hasta el ecuador), siendo el índice V/S mayor en los polos. Otro ejemplo es el índice crómico (altura del busto x 100 / estatura), que sigue el mismo patrón climático. La variación de la morfología corporal respecto al clima se suele expresar en un gradiente de variación de la relación peso/superficie: 39 Kg/m2 en esquimales y poblaciones andinas, 35 Kg/m2 en el sur de la India y 32 Kg/m2 en las islas de Andamán.

126-temperatura.jpgLas poblaciones humana están adaptadas al calor mediante la transpiración. No es así en otros mamíferos (los perros intercambian calor por la boca; los babuinos regulan la temperatura cerebral por intercambio calórico en el hocico). Es probablemente una adaptación al ambiente de savana abierta en zonas tropicales en un homininop sin  pilosidad corporal. El ser humano es un animal tropical, bien adaptado a climas cálidos (tiene más glándulas sudoríparas por cm² que cualquier otro animal). Las adaptaciones al frío son generalmente culturales (vestido, vivienda, fuego, alimentación, etc.). En las regiones desérticas tropicales la temperatura puede ser muy baja durante la noche (incluso bajo cero). Sin embargo, hay grupos cazadores-recolectores que no tienen adaptaciones culturales al frío (Aborígenes Australianos, bosquimanos del desierto del Kalahari, aborígenes de Tierra del Fuego). Los grupos humanos que viven en climas fríos del hemisferio norte (európidos y mongólidos) tienen un índice crómico elevado. Los esquimales tienen un nivel metabólico superior al de las poblaciones európidas, pero esto puede deberse a un régimen alimentario rico en grasas y en proteínas por aclimatación metabólica. Además presentan adaptaciones culturales (vestidos, iglús). Un elevado metabolismo también se da en los Alakaluf (Tierra del Fuego). Viven en un ambiente frío, húmedo y con viento, sin ropa (ya que morirían con la ropa mojada, el frío y el viento). Su metabolismo basal es alto y no tiemblan para generar calor (termogénesis sin temblores). Los Alakalufes viven en un ambiente húmedo que no permite calentarse con el sol durante la mañana pero tienen una elevada tasa metabólica que se habrían seleccionado evolutivamente como defensa al fría. La misión científica francesa de “Cap du Horn” (1882–1883) determinó que la temperatura bucal de los fueguinos era de 37,4–37,5 ºC, mientras que en europeos era de 37,1–37,2 ºC, lo que sería indicador de tasas metabólicas más altas en fueguinos. Es posible que la extinción de los Yámanas y Alakalufes se deba (además de al exterminio por parte de los colonos y las enfermedades infecciosas que introdujeron) al declive del alimento energético que consumían (foca) por sobrexplotación por los europeos.

La aclimatación al frío de los Aborígenes Australianos es de naturaleza distinta. No hay incremento en la producción de calor corporal cuando baja la temperatura (ello se observa en la disminución de la temperatura de la piel), sino que la conductacia térmica disminuye aislando al individuo: aclimatación mediante aislamiento por hipotermia. También se da (pero menos) en bosquimanos. Los Aborígenes Australianos tienen una doble aclimatación al frío y al calor. Morfológicamente, la pigmentación es oscura y tienen un índice crómico bajo por aclimatación al calor, pero no tiritan como adaptación al frío. La aclimatación metabólica al frío es incompatible con la aclimatación al calor. El aumento de la tasa metabólica sería desventajoso en ambientes cálidos. En regiones cálidas la capa de grasa subcutánea es delgada, mientras que en climas fríos es más gruesa por término medio. En los esquimales la grasa que recubre los zigomáticos y las órbitas constituye una máscara protectora contra el frío. Se ha propuesto que la cara mongólida presenta caracteres especialmente adaptados al frío extremo: reducción de los arcos superciliares y los senos frontales, aplanamiento y aumento de anchura de la región orbitaria y de los malares para permitir una capa adiposa más gruesa y la reducción de la prominencia nasal. Esto reduce el riego de enfermedades debidas a la exposición al frío. La cara plana también está presente en las poblaciones nativas de Siberia. Sin embargo, la cara es la zona anatómica menos expuesta a la congelación (por elevada irrigación) y la protección teórica de caracteres como el pliegue epicántico (pliegue parpebral), la nariz corta y pómulos planos es dudosa. Las adaptaciones a la temperatura en las poblaciones humanas parece que se relacionan con el calor del día y no con el frío de la noche; por el clima caluroso del verano y no por el frío del invierno. Además parece que hay selección sexual dado que la adaptación en la mujer es distinta. No siempre la distribución geográfica de las adaptaciones a la temperatura responden al patrón ecológico esperado. Ello se debe a que las adaptaciones al frío y al calor son fenómenos complejos que pueden estar interferidos por otros elementos. Además, no siempre una población se halla donde se diferenció sino que migraciones recientes las pueden haber desplazado.

Adaptaciones a la humedad

En 1923 Thompson y Buxton establecieron la correlación entre el índice nasal (anchura × 100 / altura) y el calor húmedo (o frío seco), en función de la forma de la nariz: Leptorrinos 55,0-69,9, Mesorrinos 70,0-84,9, Platirrinos 85,0-99,9.

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Relación entre morfología nasal y clima.

El coeficiente de correlación es 0,60 para la población mundial y 0,7 si se incluye el subcontinente indio. La mucosa nasal tiene funciones olfativas y respiratorias. La base de la mucosa está muy vascularizada y calienta y humedece el aire inspirado y también pierde agua en la expiración (en clima seco la mucosa nasal puede perder hasta un litro de agua al día), mediante un mecanismo similar a la transpiración (regulación de la temperatura). Weiner (1954) demostró que las correlaciones eran mejores con la humedad relativa que con la asociación temperatura / humedad. La humedad relativa es la relación entre el peso del vapor de agua que contiene el aire y el que contendría si estuviese saturado, a una determinada temperatura. Thompson y Buxton (1923) llegan a la conclusión de que la forma de la nariz es una adaptación al calor, pero no distingue bien la parte debida a la humedad y no hace intervenir la forma de la nariz (juega un papel en la superficie de la mucosa). En 1954 Weiner hizo una extensión de la ley de Thompson y Buxton indicando que se obtienen mejores correlaciones con la humedad relativa que con la asociación humedad-temperatura. En 1968 Hiernaux distingue la altura de la nariz de su anchura. En África, al sur del Sáhara, comprueba que el clima presenta correlación más clara con la anchura que con la altura; distingue los componentes del clima y observa que la anchura de la nariz está en relación directa con la pluviosidad, ligado al clima de tipo ecuatorial (caliente y húmedo). En cambio, la altura de la nariz presenta una correlación negativa más débil con la humedad y la temperatura invernal.

Adaptaciones a la altitud

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Adaptaciones a la altitud.

Diversas poblaciones humanas viven a elevadas altitudes, como las poblaciones de los Andes, del Himalaya (viven a más de 2500 m, unos 15 millones viven entre 3000 y 4880 m). Esto supone adaptaciones climáticas fisiológicas a tres elementos limitantes: 1) altitud, 2) temperatura y 3) atmósfera. Las poblaciones de gran altitud se caracterizan por vivir en condiciones de baja presión atmosférica, gran alternancia diaria de temperaturas, bajos niveles de O2 y alta ravdiación UV. La tasa de oxígeno disminuye con la altitud. Entre 3300 y 5500 metros equivale a una presión barométrica de 500 a 370 mm de Hg (Mercurio). A nivel del mar la presión es de 1016 mm de Hg. A 4500 m de altitud las modificaciones anatómicas y fisiológicas son importantes: volumen torácico más desarrollado como consecuencia del incremento del diámetro antero-posterior y de la altura del esternón (tronco alargado en relación a la estatura con predominio de la región torácica respecto a la abdominal), con constitución más atlética. Se produce también un incremento del intercambio respiratorio, del número de hematíes, tasa de hemoglobina y volumen sanguíneo, con disminución del volumen plasmático. La mayoría de estas diferencias no son irreversibles. Si los nativos andinos se trasladan a nivel del mar, después de unas semanas la mayoría de los caracteres hemáticos se modifican y toman valores parecidos al de los habitantes de litoral. La mortalidad neonatal aumenta con la altitud, acompañada de una disminución del peso al nacer y una mayor frecuencia de nacimientos prematuros. Es posible que el efecto inhibidor de la altitud sobre la fertilidad también afecte a las poblaciones humanas. El impacto ambiental de la altitud en la especie humana es grande y, por tanto, es probable que haya actuado la selección como mecanismo adaptativo. No esta claro hasta qué punto la adaptación a la altitud es genética y en qué parte ambiental. Por ejemplo, la capacidad aeróbica de los europeos disminuye un 20% a gran altitud, mientras que en los quechuas nacidos a nivel del mar sólo disminuye un 10% a gran altitud (estaría más adaptados). El menor peso al nacimiento a gran altitud puede representar una adpatación genética ya que el peso óptimo en altitud es menor que a nivel del mar. Además, la hiperventilación (respiración rápida) es una adaptación respiratoria ligada a la demanda muscular de oxígeno (se trata de plasticidad en niños no nativos que crecen en altitud). Sin embargo, las modificaciones morfológicas o fisiológicas en los grupos que viven en altitud parecen adquiridas, fruto de una larga exposición a la hipoxia durante la infancia y la juventud. Con el paso de las generaciones ciertos caracteres se habrían extendido por efecto de la selección.

Adaptaciones alimentarias

La alimentación es un factor crítico en el crecimiento y desarrollo que modula la potencialidad genética de una gran númedro de caracteres somáticos. Durante la infancia, preadolescencia y pubertad, una gran proporción de energía nutricional está destinada al crecimiento físico. Cantidades inadecuadas de alimentos críticos pueden afectar a los procesos biológicos básicos.

Requerimientos nutricionales de los Primates

  • Proteínas: intervienen en la digestión, transporte, regulación, estructura y reparación celular. Las proteínas suministran aminoácidos (a.a.), de los que 20 son
    necesarios para la síntesis y la reparación de tejidos corporales. Los adultos necesitan ingerir 8 a.a. con la dieta (los niños necesitan 9 a.a.). La carencia de estos a.a. conduce al retraso en el crecimiento, enfermedad y muerte. Las fuentes más importantes de proteínas en poblaciones occidentales humanas son los productos animales, incluyendo carne, huevo, pescado y leche. Las plantas proporcionan proteínas, pero carecen de uno o más a.a. Una dieta vegetariana puede satisfacer, todas las necesidades nutricionales humanas cuando se ingieren plantas variadas.
  • Carbohidratos: es la principal fuente de energía. Los azúcares simples (glucosa, fructosa) pueden ser digeridos y absorbidos directamente. La celulosa de las hojas forma cadenas complejas de azúcares no metabolizables por carecer de los enzimas necesarios. Los Primates con microorganismos intestinales sí metabolizan los polisacáridos. Los carbohidratos están presentes en la pulpa de la fruta (pobre en proteínas, lípidos y vitaminas).
  • Lípidos y grasas: fuente de energía almacenable. Proporcionan gran cantidad de energía y sirven de almacén para épocas de escasez de recursos. A largo plazo el cerebro requiere carbohidratos. Los lípidos están presentes en semillas de frutos (pobres en agua, minerales y azúcares).
  • Vitaminas, minerales, elementos traza y agua: esenciales para el crecimiento y desarrollo normales. Las vitaminas no son sintetizadas por los Primates (están presentes en los tejidos animales). El Yodo es necesario para el tiroides, el Calcio para los huesos y dientes, el Fe para la hemoglobina y el Zinc para enzimas metálicos relacionados con el crecimiento. Una dieta que carezca de estos elementos puede conducir a problemas médicos (carencia de vitamina C – escorbuto; carencia de yodo – problemas del tiroides). El agua es el elemento mayoriatrio de organismo y debe ser ingerida con la dieta, ya sea en forma líquida o en los tejidos del alimento ingerido (pocos Primates beben agua líquida).

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Requerimiento calórico

Es variable entre poblaciones y en función de factores diversos. Aumentan con la edad por el crecimiento continuado y necesidad de mantener cuerpos más grandes. En todos los grupos de edad los varones requieren más calorías a causa de su tamaño más grande. Los requerimientos calóricos son mayores en la pubertad para ambos sexos (14 a 18 años). El embarazo consume una gran cantidad de energía, y se recomienda que la ingestión calórica durante este período se aumente en 200 kilocalorías por día. La lactancia requiere una ingestión mayor de energía (incremento de 1000 kilocalorías por día). La ingestión de proteína es mayor durante embarazo (recomendada de 65 g/día) y lactación (75 g/día). La malnutrición (desnutrición o sobrenutrición) tiene graves efectos sobre el crecimiento.

Las estrategias adaptativas relacionadas con la alimentación, como respuesta a los cambios ambientales, pueden ser de dos tipos:

  • Adaptación genética: progresiva pero lenta.
  • Plasticidad: respuesta rápida que depende también de factores genéticos (capacidad de adaptación).

El peso es un carácter con base genética heredable pero depende de factores ambientales. La especie humana está entre los mamíferos con mayor proporción corporal de grasa (10% en personas delgadas y hasta 25–35% en obesos). Las ballenas, que viven en aguas frías, tienen un 35% de grasa. La acumulación de grasa en la especie
humana tiene la función de almacenamiento de energía (no tiene la función de aislante
térmico). Es un mecanismos de respuesta a cuatro requerimientos básicos:

  1. Elevada demanda metabólica del cerebro: el cerebro humano consume entre 1/4 y 1/3 (entre 400–600 Kcal/día) del requerimiento basal del organismo. Estas necesidades son altamente selectivas. Se basan en el consumo de glucosa (100-145 Kcal/día), que representa 2/3 de la glucosa circulante. Además, el cerebro tiene una elevada demanda de oxígeno (45% del suministro total). Almacenar reservas nutritivas, que aseguren la supervivencia en condiciones de escasez de recursos permite una explotación integral de los recursos disponibles (dieta omnívora hace 2 m.a. en H. hábilis).
  2. Gestación y lactancia: representan requerimientos nutricionales adicionales que hay que satisfacer.
  3. Supervivencia en climas fríos: La especie humana es una especie tropical (originaria de zonas ecuatoriales). La adaptación a climas fríos demanda un nivel elevado de termogénesis que comporta una gran cantidad de energía.
  4. Dimorfismo sexual: La composición corporal es diferente entre sexos. La supervivencia está determinada por la capacidad de asegurar la reproducción y la supervivencia de las crías que condicionan estrategias de supervivencia en cada sexo en la especie humana.

Alimentación y nutrición (ecología nutricional)

La Ecología Nutricional estudia los mecanismos que utilizan las sociedades humanas para la obtención de alimentos en relación a su contexto ambiental y biocultural en sentido amplio. Desde un enfoque cultural (Antropología Cultural) se puede estudiar la producción de alimentos como parte de la Economía Social. Desde el punto de vista biológico o médico (Nutrición y Salud) se analizan las necesidades nutricionales de la especie humana y su variación, el grado de eficacia de las dietas tradicionales, las causas biológicas de la malnutrición y sus efectos sobre las poblaciones.

Es necesario distinguir entre alimentación, que es la cantidad, calidad y variedad de los alimentos que ingerimos, y la nutrición, que representa el grado de asimilación del alimento. La especie humana está poco especializada anatómicamente en lo que respecta tanto a su alimentación como a su nutrición. Sus necesidades son comparables a las de otros mamíferos omnívoros como el cerdo. Nuestro tubo digestivo presenta adaptaciones genéticas al omnivorismo al tiempo que tiene un alto grado de plasticidad, ya que es apto para diferentes tipos y variedades de comida (desde estrictamente vegetarianas hasta carnívoros forzosos). La plasticidad permite, entre otras cosas, el estiramiento del tracto digestivo por efecto de una dieta rica en fibras vegetales, así como respuestas endocrinas, como el tamaño corporal reducido cuando los recursos son limitados, favoreciendo el ahorro de energía y el aumento del tamaño poblacional (a igual biomasa el efectivo poblacional puede ser mayor si disminuyen los requerimientos de energía por reducción del tamaño corporal), lo que disminuye el riesgo de extinción. La población total de México representa el 24% de la de los Estados Unidos, pero tienen menos masa corporal y sólo el 15% en masa adiposa. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que la población blanca de USA es de origen nórdico y por tanto cumplen la regla de Bergman.

Sobre el tamaño corporal inciden factores diversos:

  • 1) Selectivos: de tipo climático, ambiental o selección sexual.
  • 2) Evolutivos particulares: como en pigmeos africanos y asiáticos.
  • 3) Aspectos de variabilidad poblacional y de plasticidad.

Modelos ecológicos de las poblaciones humanas

En términos nutricionales se distinguen tres grupos según la composición de su base alimentaria:

  • Cazadores-recolectores: dieta basada en la explotación de recursos vegetales nativos (en ocasiones hasta el 60-80% de la dieta total) y consumo de proteínas de origen animal.
  • Agricultores sedentarios: dieta rica en hidratos de carbono derivado de la actividad agrícola (consumo de especies vegetales seleccionadas y cultivadas).
  • Comunidades mixtas: agrícolas y ganaderas.

132-alimento.jpgEl análisis de estos modelos proporciona información sobre el origen nutricional de las adaptaciones metabólicas de las poblaciones humanas actuales. Así, en la mayoría de las poblaciones humanas de países no desarrollados el alimento es cíclico y su producción está limitada por factores externos (climatología, estacionalidad, productividad natural). Los modernos cazadoresrecolectores (pigmeos, bosquimanos, esquimales) muestran grandes diferencias de alimentación (el consumo de carnes rojas y pescado es del 100% en esquimales y del 30% en pigmeos). La Agricultura (Neolítico 10.000 BP, producción sistemática de alimentos) proporciuona una mayor ingesta de carbohidratos a expensas de proteínas y grasas animales, lo que determina el inicio de las adaptaciones genéticas relacionadas con la intolerancia al gluten. La incorporación del ganado doméstico a la agricultura marcó el inicio de las adaptaciones relacionadas con la intolerancia a la lactosa que se habrían originado por el consumo de leche en individuos adultos desde hace 10.000 años.

Intolerancia a la Lactosa

131-alimento.jpgDeficiencia lactásica (hipolactasia). La lactosa (azúcar de la leche) es un disacárido que se encuentra en la leche (7 g / 100 mL de leche) producida por biosíntesis en las glándulas mamarias. En el adulto la ingestión de lactosa es tolerada sólo por algunas personas (intolerancia a la lactosa). La intolerancia se debe a la ausencia de lactasa, una β-galactosidasa que durante la lactancia de todos los mamíferos descompone la lactosa en dos monosacáridos (glucosa y galactosa). Se sintetiza en las células superficiales de las vellosidades intestinales del yeyuno (intestino delgado: duodeno, yeyuno, ileon). Su producción se inicia durante la última fase de la vida intrauterina fetal y llega a su máxima actividad en los primeros días después del nacimiento. Su síntesis finaliza hacia los 3 años en la mayoría de los seres humanos, por un mecanismo desconocido. Si se ingiere lactosa después de los tres años, la insuficiencia enzimática hace que una parte pase a la sangre (se puede eliminar por vía renal) y el resto llegue al intestino grueso donde ejercerá una presión osmótica que tenderá a compensarse pasando agua de los tejidos al conducto intestinal. Además la lactosa fermentará por acción de la flora bacteriana del colon produciendo CO2 y diversos ácidos orgánicos. El resultado final es una diarrea fermentativa, deshidratación y trastornos intestinales por no digestión de la
lactosa.

La frecuencia de intolerantes a la lactosa es variable. Adultos de países nórdicos apenas 5%; tailandeses 100% intolerantes, como en general también los mongoloides (incluidos los amerindios). En négridos la frecuencia oscila ampliamente en función del pasado ganadero y/o agrícola. En Europa, en cambio, se dan muy bajas frecuencias de intolerancia en adultos. La hipótesis para explicar estas frecuencias de intolerantes sugiere que la aparición de tolerancia en adultos humanos confiere una ventaja selectiva en un ambiente con ingesta de leche.

  1. Aparición de mutaciones: la ingestión de leche después del periodo de lactancia favorecería la selección de mutaciones en el gen codificador del enzima causantes de una síntesis extendida después de los tres años.
  2. Acción de la selección natural: un ambiente de ingestión continuada de leche favorecería a los individuos portadores de mutaciones para la síntesis continuada.

Todos los mamíferos adultos (a excepción del ser humano) son Phila-negativos (intolerantes), por lo que la mutación empezaría a ser favorable hace unos 10.000 años con la domesticación. La variabilidad racial indica que la tolerancia está asociada con el consumo habitual de leche fresca. Las poblaciones intolerantes pueden tomar derivados lácteos como yogur, queso, cuajada, etc., ya que la lactosa se queda en el suero. El carácter “tolerancia” se hereda de forma dominante ya que la descendencia de progenitores mixtos es siempre tolerante.

Intolerancia al Gluten

El Gluten se encuentra en la albúmina de las harinas y en las proteínas de semillas de gramíneas. Su ingestión puede causar una enteropatía, denominada enfermedad celíaca, por intolerancia. Afecta a la mucosa yeyunal con aplasia de las vellosidades intestinales (cuya función es la adsorción de nutrientes). En los adultos la intolerancia al gluten persiste (recaen o pueden recaer) en el 95% de los casos que la padecieron de niños. La elevada frecuencia de enfermedad celíaca en el noroeste de Europa (1/600 – 1/6000) coincide con altas frecuencias de antígenos leucocitarios (HLA, alelo B8). En zonas con altas frecuencias de enfermedad celíaca la agricultura basada en el trigo no fue básica hasta mediados del siglo XIX. La alimentación basada en gramíneas favoreció la tolerancia al gluten. El gradiente NO-SE que se observa para los antígenos del HLA se asocia a la difusión del trigo como alimento básico, originario en Próximo Oriente, eliminando haplotipos susceptibles de toxicidad.

Insulinismo

La diabetes es una condición producida por la carencia de insulina. El páncreas produce insulina, cuya función es transformar y almacenar el exceso de glucosa en sangre, favoreciendo la transformación de glucosa a grasa (el cerebro, la musculatura y las funciones metabólicas requieren niveles estables de glucosa en sangre). Las alteraciones dependen de si la insulina se encuentra en defecto o en exceso. El déficit de insulina produce diabetes (aumento de los niveles de glucosa que produce daños en diferentes órganos; se compensa inyectando insulina (diabetes insulinodependiente) o mediante la dieta (no comer alimentos ricos en hidratos de carbono). El exceso de insulina produce hiperinsulinismo que causa hambre constante y cansancio generalizado (depresiones, cambios de humor); se compensa evitando la ingestión de carbohidratos refinados (azúcar, pan blanco), comiendo alimentos con fibra (la fibra retrasa la liberación del azúcar: arroz con cáscara). Cuanto mayor sea el nivel de glucosa en la dieta mayor la secreción de insulina que causara una nueva bajada del nivel de azúcar. Con la edad se produce una atrofia del páncreas causando una diabetes adquirida o diabetes senil o de tipo 2.

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Síndrome metabólico, insulinoresistencia y diabetes.

La frecuencia de diabetes en poblaciones humanas puede variar por la acción de
factores ambientales. Los genotipos  que determinarían la presencia de diabetes mellitus (insulinoresistentes), especialmente la no-insulinodependiente o DM de tipo II, serían muy eficientes en la utilización del alimento y tendrían ventaja selectiva en condiciones de escasez de recursos. En cambio, si hay alimento abundante se da en los insulinoresistente una tendencia a la obesidad y el desequilibrio del metabolismo glucídico (diabetes).

Capacidad gustativa de la feniltiocarbamida (PTC)

Es un carácter hereditario simple con un alelo T dominante (T>t) con penetrancia variable (los homozigotos recesivos tt son nogustadores y los Tt y TT son gustadores en grado variable). Las poblaciones humanas presentan una distribución bimodal para el carácter gustador en función de la concentración de PTC (las sensibilidad a concentraciones numeradas de 14 a 6 se consideran gustadores, y de 5 a 0 no gustadores). El % de gustadores varía. España: 78%, Europa: 60–80%, négridos 91-97%,
mongólidos 83-100%, Aborígenes Australianos 50-70% y amerindios 90-98%. En Pan
troglodites y Macacca mulata se detectan gustadores lo que sugiere que es un carácter antiguo. La PTC se encuentra en algunos vegetales como la mostaza y en general en la familia de las crucíferas. Si se consumen en exceso pueden producir alteraciones en el tiroides. También se encuentra en la leche del ganado doméstico, que es un componente
básico de la alimentación humana, pero su concentración no llega al umbral gustativo y no se aprecia. Ser gustador podría ser un carácter adaptativo asociado a la selección de alimentos, con el fin de desechar aquellos que tengan sustancias antitiroideas. La capacidad gustativa se reduce con la edad: podría ser un mecanismo de selección en niños para reducir el riesgo de envenenamiento. Además, hay una ligera mayor frecuencia de gustadores en mujeres que en hombres.

PTC y Yodo: Una alimentación pobre en yodo altera el funcionamiento normal de la glándula tiroides, que regula el metabolismo corporal. El yodo es esencial para la producción de tiroxina. La deficiencia de yodo en la dieta aumenta la incidencia de retrasos mentales. Los enfermos con trastornos hipotiroideos (cretinismo atiroideo y bocio nodular) presentan frecuencias de no-gustadores más altas de lo que cabría esperar. La capacidad gustativa de la PTC puede estar relacionada con la protección contra la enfermedad tiroidea (se desconoce su mecanismo de actuación). Los gustadores resistirían mejor el bocio nodular (tumor tiroideo benigno) ya que consumirían menos PTC puesto que lo detectarían (gustadores). En las poblaciones modernas el problema se evita dado que la sal de cocina está enriquecida en yodo (aunque la sal marina puede carecer de yodo). En regiones con aguas deficitarias en yodo, como en Perú, los individuos gustadores para la PTC tienen ventaja adaptativa ya que tienen mayores posibilidades de limitar el consumo de alimentos que podrían provocar bocio, lo que supondría un estrés adicional sobre las glándulas tiroideas. El bocio aparece en zonas donde el agua es pobre en yodo.

Sensibilidad a otras sustancias

Algunos medicamentos también tienen una respuesta gustativa similar a la PTC, incluyendo una distribución bimodal, ya que tienen el enlace químico NC=S como la PTC. El límite gustativo del NaCl (sal) y su relación con enfermedades del aparato circulatorio se comprueba en hipertensos, que tienen disminuida la capacidad gustativa de la sal. El color de la piel está en parte asociado a la alimentación ya que en individuos de piel clara en zonas de baja radiación UV se produce avitaminosis D y raquitismo ya que es en la piel donde se la Vit. D.

Enfermedades genéticas y nutrición (errores congénitos del metabolismo)

  • Fenilcetonuria (PKU) alelo autosómico recesivo. Los homozigotos recesivos no pueden metabolizar la fenil-alanina, a.a. esencial, y no se forma tirosina sino ácido fenilpirúvico que produce fenilcetonuria detectable en la orina (controlable con la
    dieta). La frecuencia de portadores es de 1/50 y la de afectados es de 1/10.000. En finlandeses es más frecuente que en no europeos. La PKU ocurre como consecuencia de mutaciones en el gen PHA (fenilalanina hidroxilasa). Se han detectado al menos 12 posiciones mutantes causantes de PKU.
  • Fibrosis Quística: (CFTR) alelo autosómico recesivo. Regulador de la conductancia transmembranal. Es la enfermedad autosómica recesiva más frecuente en poblaciones del NO europeo, con una incidencia de 1/20.000 y una frecuencia de heterozigotos de 1/23. En poblaciones africanas y americanas es menos frecuente. En Europa 2/3 de los mutantes son portadores de una sola mutación (ΔF508). La ΔF508 consiste en una delección de 3 pares de bases) y se han definido 4 haplotipos del gen (A, B, C, D) en base a secuencias de DNA. El haplotipo B está presente en más del 90% de los alelos mutantes, mientras que sólo está presente en el 16% de los no mutantes. Esto sugiere un origen único de la mutación. La baja frecuencia de la ΔF508 en los otros haplotipos se explica por entrecruzamiento (más de 200 pb separan a la mutación del gen de las posiciones de restricción de los haplotipos). El haplotipo B también tiene una elevada frecuencia de otras mutaciones, que junto a
    la elevada frecuencia de la ΔF508 se puede explicar por ventaja selectiva del heterozigoto en las condiciones ambientales de Europa en periodos antiguos, mientras que el homozigoto recesivo estaría contraseleccionado.
  • Albinismo: alelo autosómico recesivo. Impide que la tirosina se convierta en melanina. Europeos 1/20000, Nigeria 1/2000, Hopi (Arizona), Zuni (Nuevo Mexico), Cuña (Panamá) 1/200. Los indios Hopi son un pueblo agrícola en el que cuando los hombres van a trabaja al campo, los albinos se quedan con las mujeres y dado que admiten las relaciones prematrimoniales y extramatrimoniales los albinos se reproducen más. Su relación con la nutrición está en la piel clara y su relación con avitaminosis.
  • Errores del metabolismo de las purinas: cuando hay exceso de purinas (Adenina y Guanina) se metabolizan pasando a ácido úrico (en individuos normales se excretan en forma soluble en la orina). La anomalía pueden hacer que se acumule en forma cristalizada (gota): predisposición por herencia de un defecto enzimático recesivo ligado al sexo.
  • Errores en el metabolismo de las pirimidinas: (Citosina, Timina y Uracilo): causa
    excreción de ácido β-amino-isobutírico (BAIB) por fallo de una transaminasa.
  • Enfermedad de Tay-Sachs: Anomalía del metabolismo lipídico, destruye el Sistema
    Nervioso Central y causa retraso mental y ceguera. El nacimiento es normal, se manifiesta tras unos meses causando la muerte entre los 2 y 4 años. Se debe a un alelo recesivo presente sobre todo en poblaciones del Este de Europa de origen judío. Los portadores no tienen síntomas pero tienen una menor concentración de enzimas que causaría una ventaja selectiva ante la tuberculosis.
  • Deficiencia de glucosa–6–Fosfato Deshidrogenasa: el gen de la enzima G–6–PD está ligado al Chr. X. Es la enfermedad (defecto enzimático) más común en humanos, afecta a unos 400 millones de personas.

Las dietas humanas: los últimos 6 ma

La dieta del chimpancé se suele considerar la más próxima a la dieta ancestral de nuestro linaje. Los chimpancés son semiterrestres, habitan ambientes africanos diversos y tienen un tamaño aproximado al de los primeros homininos. Su comportamiento alimentario es complejo: comparten alimentos, fabrican utensilios, caza cooperativa. Su dieta es variada y diversa en función del hábitat, los grupos, el sexo, el individuo y el periodo del año. No tienen una alimentación típica pero:

  1. Se alimentan mayoritariamente de plantas (especialmente frutos frecos ricos en azúcares.
  2. Cuando escasean los frutos frescos comen médula de caña (igual que gorilas y
    mandriles).
  3. Tambien comen hojas y otras partes vegetales.
  4. Comen gran variedad de otros animales, desde insectos a primates, antílopes o jabalís (la caza representa un máximo del 5% de la dieta). Los aspectos sociales de la caza son importantes. Los machos son responsables de 90% de los incidentes de caza, los tamaños de las partidas de caza y el número de hembras acompañantes dependen del estro y la receptividad sexual. La compartición de carne podría ser una estrategia reproductora.
  5. La fabricación de útiles amplía las opciones alimentarias, como en los chimpancés de la selva de Taÿ (Costa de Ívori): utilizan piedras martillo para abrir los frutos secos de la palma de aceite; hojas desechas para preparar esponjas para obtener agua; pequeñas ramas para extraer termitas y el tuétano de los huesos largos de
    mamíferos cazados.

Los chimpancés son omnívoros aunque aprovechan los recursos en función de su disponibilidad y gustos.

La dieta de los cazadores-recolectores

La agricultura abarca las últimas 500 generaciones. La caza y recolección no industrial
es típicamente humana y aún perdura en algunos grupos. Hay varios modelos de poblaciones de cazadores-recolectores:

  • Áreas semidesérticas: Kung San de África del Sur, Aborígenes Australianos
  • Bosques tropicales: Efe Pigmeos de Zaire; Agta de Filipinas; Aché de Paraguay
  • Prados de sabana: Cuiva de Venezuela; Hadza de África Oriental

Inferencias del modelo

  • Bandas de hasta 25 individuos
  • Nómadas: maximizar la explotación de recursos
  • División del trabajo por sexos: hombre caza y mujeres recolección (puede ser a la inversa)
  • Compartición de alimentos dentro del grupo
  • La carne representa desde un 90-95% (Esquimales) hasta 10-20% en Aborígenes Australianos; 60-80% recursos vegetales. Los requerimientos cárnicos se satisfacen (Aché 0,27 Kg/hora)
  • La dieta cazadora-recolectora proporciona una dieta rica en nutrientes con escasos déficits alimentarios
  • Fisiología: tenemos un tracto digestivo corto lo que indica adaptación a nutrientes ricos y carne
  • Factores culturales: La técnica facilita la recolección; el fuego aumenta la variabilidad de los alimentos, mitiga el impacto de inhibidores de proteasas, reduce la toxicidad de muchas, plantas, reblandece la celulosa y convierte la fécula en dextrinas más digeribles.

La dieta y el registro fósil

  • El Mioceno final europeo. Es el momento de la divergencia de los humanos hace 6 millones de años. Dryopithecus (Cataluña y Hungría): dieta de frutas blandas; Oreopithecus (Toscana, Italia): especializado en consumo de hojas; Graecopithecus:
    objetos duros, nueces y tubérculos (Macedonia, Grecia).
  • Primeros Homínidos de África:
    • Ardipithecus: esmalte dental fino y crestas marcadas en molares, falta de especialización alimentaria, dieta basada en frutas blandas y quizá complementada con hojas tiernas, proteínas animales y otros alimentos
      no abrasivos.
    • Australopithecus: esmalte más grueso, inicio a la adaptación en la sabana;
      • A. afarensis: la forma de la mandíbula y el desgaste de los dientes indican dieta con frutos blandos y hojas tiernas, pero también semillas y raices más abrasivos.
      • A. africanus: la forma de sus dientes, las inserciones musculares y el desgaste sugieren dieta con mayor dependencia de nueces, semillas, raíces y tubérculos. Es una dieta más abrasivas, pero no se puede vincular al cambio de ambiente de bosque a sabana: la propagación de la sabana no tuvo lugar en África Oriental en el momento de la divergencia de los primeros homininos robustos. Además, algunos homininos vivían en bosques húmedos y no en zonas de prados.
    • Paranthropus: la evolución final del ambiente hace 2 ma hacia gran aridez sí condicionó la dieta: cambió la ecología de los mamíferos africanos. Paranthropus sigue la evolución anterior de Australopithecus hacia dietas abrasivas y gran robustez. Máxima especialización con poca capacidad
      de cambio que conduce a su extinción hace 1 ma.
    • Homo habilis: adaptación diferente frente al mismo ambiente: especie generalista (recursos variados), gran dependencia de la carne, reducción del tamaño dental, expansión cerebral y habilidad manipulativa, herramientas
      líticas hace 2.5.ma – se amplían los recursos alimentarios disponibles (tanto vegetales como cárnicos, ¿caza o carroñeo?).
    • Homo erectus: aparece hace 1.7 ma relacionado con un 2º cambio climático hacia aún mayor aridez: Innovaciones anatómicas (cerebro mayor, dientes posteriores pequeños –anteriores grandes– y mandíbulas gráciles) y tecnológicas (piezas bifaciales – Achelense; dieta de amplio espectro y capacidad de procesamiento del alimento; domesticación del fuego – cocción
      del alimento.
    • Homo heilderbergensis: 400-500.000 años. Cerebro más grande pero dentición más robusta y dientes algo mayores que H. erectus; primeras evidencias de campamentos, gran capacidad de caza de gran tamaño, tambien recursos marinos; también evidencias de canibalismo.
    • Homo neandertalensis: aparecen al menos hace 230.000 años (los clásicos 130-
      36.000); cerebro grande, dientes pequeños, ecepto anteriores que son grandes; enterramientos intencionales, cultura musteriense; en épocas frías mayor importancia del consumo cárnico pero también recursos vegetales (no está clara la proporción e importancia.
    • Homo sapiens: aparecen hace 200.000 años, cambios anatómicos y culturales (Auriñaciense); prácticas de subsistencia muy elaboradas y fuentes de alimento muy variadas; estrategias de selección de piezas de caza; expansión de los recursos vegetales.
    • La domesticación: el Neolítico se inicia en Próximo Oriente y se expande por el mediterraneo. Hace 11.000 años se domestica la cabra y el cordero y poco después el buey y el cerdo. Hace 10.000 se domestica el trigo y la cebada. Hace 7.000 años está completo el proceso de expansión tanto démica como cultural.

Malnutrición

Puede ser causa de una elevada mortalidad infantil, dificultades en el crecimiento y desarrollo (tanto morfológico como intelectual), complicaciones durante la gestación o
incremento de la morbilidad (susceptibilidad a las infecciones). En el pasado de Europa
se puede comprobar que existe una estrecha relación entre las crisis agrícolas, la mortalidad por hambre, incremento de defunciones, movilidad poblacional y epidemias.

Deficiencias infantiles por malnutrición: entre otras afecciones debidas a malnutrición cabe destacar las siguientes: Xeroftalmia, ceguera debida a déficit de Vitamina A (presente en las verduras frecas) y el Bocio (goll en catalán) endémico por falta de Iodo. Afecta a 200 millones de personas en el mundo (40 millones en la India, deficiencia de la glándula tiroides). También la anemia alimentaria por carencia de hierro. Actualmente es la carencia más común. Causa raquitismo por déficit de Vitamina D (presente en pescado graso y huevos).

Causas de la malnutrición: la malnutrición grave debida a deficiencias nutricionales se da en países no desarrollados por desplazamiento de recursos o por aumento demográfico. Es propia de las sociedades en transición demográfica. En cambio, en poblaciones cazadoras-recolectoras las carencias cíclicas de recursos alimentarios se deben a la falta de mecanismos de almacenamiento de recursos y se minimizan sus efectos mediante la regulación demográfica (infanticidio).

Valoración del estatus nutricional: es difícil separar la base hereditaria de la malnutrición. Hay 8 dimensiones (número mínimo definido por la O.M.S.) que informan sobre el estado nutricional: 1) estatura, 2) anchura biacromial, 3) anchura bicrestal, 4) altura ilioespinal, 5) peso, 6) perímetro del brazo, 7) pliegue tricipital y 8) pliegue subescapular. Además, habría otros parámetros complementarios: 8) nivel de
maduración sexual, 9) análisis clínicos (bocio, tasa de hemoglobina, hematocrito),
10) estudios radiológicos (edad esquelética, deformaciones óseas), 11) estudios de
requerimientos energéticos (consumo de oxígeno –espirometría–, producción de dióxido de carbono –asociada a la oxidación de los alimentos: 4 Kcal/g para glúcidos o prótidos y 9 Kcal/g para lípidos– y 12) encuestas cuantitativas y cualitativas del consumo de alimentos y su comparación con la encuesta morfo-fisiológica sobre actividad, tipología corporal, ambiente, etc.

Dermatoglifos

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Dermatoglifos digitales y palmares

La palma de la mano, planta de los pies y en los dedos, la piel presenta formaciones características distintas a las del resto del cuerpo y que son las llamadas líneas dermopapilares o dermatoglifos. Estas líneas llamaron la atención desde tiempos remotos. Algunos historiadores consideran que ciertos dibujos prehistóricos representan figuras dermopapilares. En los primeros siglos de nuestra era en China se usaban estas líneas para marcar sellos de arcilla y así legalizar la personalidad de un documento. En Europa se les empieza a dar importancia en el siglo XVII y a partir del siglo XIX aparecen métodos de identificación dactiloscópica. En Antropología se han estudiado los dermatoglifos como un rasgo antropológico más, siendo de interés su variabilidad y herencia, así como su aplicación en el estudio de la filogenia humana y la raciología (diversidad poblacional humana). El análisis de los dermatoglifos permite realizar estudios familiares, de concordancia en gemelos y en los diagnósticos de paternidad. Las líneas dermopapilares quedan definitivamente formadas en el tercero y cuarto mes de vida intrauterina y ya no experimentan ninguna variación, siendo completamente independientes de la acción del medio ambiente. El hecho de tener un mecanismo hereditario multifactorial, hace que los dermatoglifos estén poco sometidos a las variaciones por deriva genética.

 

En la superficie de la epidermis se aprecian las líneas dermopapilares formando crestas. Las crestas son continuas en recorridos más o menos largos y forman grupos paralelos. En el ápice de estas crestas desembocan las glándulas sudoríparas. Si por cualquier motivo se produce una herida que afecta a la epidermis, ésta después de un tiempo cicatriza, reconstruyéndose el tejido epidérmico sin que se ven afectadas las líneas dermopapilares. En cambio las figuras o las líneas quedan deformadas si la herida afecta a la dermis. Los monos platirrinos presentan en la superficie terminal de la cola, en la zona prensil, una superficie sin pelo y con una estructura epidérmica similar a las líneas dermopapilares.

Figuras dactilares

En las yemas de los dedos aparecen unas figuras denominadas arcos (arcs), presillas (vagues) y torbellinos (remolins).

  • Arcos: están formados por corrientes de líneas o crestas cóncavas, que van de un borde al otro del dedo, configurando un arco (A). Si el arco es muy pronunciado tenemos el arco tectiforme o en ‘tienda’ (At o T).
  • Presillas: son conjuntos de crestas que parece que se inician y acaban en el mismo borde de la falange. En el lado opuesto se encuentra un trirradio o delta. En una presilla se delimitan tres sistemas de líneas: distal, nuclear y basilar. En el lugar donde confluyen estos tres sistemas de líneas se forma el trirradio. La presilla se indica con una P. En la nomenclatura internacional se designa con una L (loop). La presilla pueden abrirse hacia el lado cubital (ulnar), formándose una presilla cubital o ulnar (Pu o Lu), o bien hacia el lado radial con lo cual tendríamos una presilla radial (Pr o Lr). Para esta clasificación debe tenerse en cuenta de que mano se trata.
  • Torbellinos: La yema del dedo presenta un sistemas de líneas circular, elíptica, en espiral. En la parte lateral inferior de estas figuras se observa la presencia de dos trirradios. Al igual que en las presillas, en los torbellinos se distinguen tres campos: distal, nuclear y basilar. El torbellino se indica con una T o bien con una W (whorl).

 

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Tipos de figuras digitales, triradios y centro de la figura.

 

Otros tipos de figuras

  • Disociación de crestas: Se refiere a un heterogéneo grupo de malformaciones de crestas. En estos casos las crestas de una determinada área se rompen en cortos y, a menudo, curvados segmentos de una manera caótica y desorganizada. Son muy raras en individuos normales pero pueden ser relativamente frecuentes en ciertos desórdenes médicos.
  • Líneas blancas: Un variable número de surcos poco profundos de diferente longitud, anchura y dirección pueden ser observadas en las impresiones digitales. A los surcos se les denomina líneas blancas por  su apariencia en las impresiones digitales tomas con tinta. Se considera que son torceduras de la piel más que pliegues de flexión.
  • Cicatrices: Heridas que afectan a la dermis tienen como consecuencia una anormal reconstrucción de la epidermis, lo cual se traduce en deformaciones de las figuras dactilares (fig. 5.17 B. Schaumann).

Frecuencia de las figuras dactilares

En el conjunto de los dedos, los arcos son las figuras más raras, siendo los torbellinos y por último las presillas las más frecuentes. Si distinguimos entre presillas radiales y cubitales, las cubitales son mayoritarias y las radiales son las más raras incluso que los arcos.

  • Diferencias sexuales: por regla general en el sexo masculino existen más torbellinos y presillas radiales que el sexo femenino; por el contrario en el sexo femenino hay más arcos y presillas cubitales que en el masculino (Varones: W Lr; Mujeres: A Lu).
  • Diferencias bimanuales: en la mano derecha, al igual que en el sexo masculino, hay más torbellinos radiales y presillas que en la izquierda. En la mano izquierda hay más arcos y presillas cubitales que en la derecha (igual que en mujeres). Algunos investigadores pensaron que las diferencias sexuales y bimanuales no estaban bien expresadas con la frecuencia de arcos, presillas y torbellinos, puesto que eran categorías cualitativas que falseaban un poco la realidad de las líneas dermopapilares. Estas figuras digitales pueden ser consideradas bajo el punto de vista del número de trirradios. Así, pues: Arcos = 0; Presillas = 1; Torbellinos = 2. Si clasificamos las figuras con este criterio para cada persona y mano, tenemos el grado de complejidad de las líneas dermopapilares. La suma de los valores de los diez dedos es lo que se denomina pattern intensity. De acuerdo con esto, un individuo puede presentar un valor comprendido entre 0 (todo arcos) y 20 (todo torbellinos). Los varones, por término medio, tienen mayor complicación que las mujeres, y la mano derecha mayor complicación dermopapilar que la izquierda.
  • Diferencias poblacionales: los mongólidos tienen los dermatoglifos más complejos y mayor número de torbellinos que otros grupos. Entre el tronco európido y négrido no hay grandes diferencias (los négridos tienen más arcos que los európidos). Ambos grupos tienen formaciones más sencillas que los mongólidos. En
    Europa, se observa un gradiente NW-SE.

El valor cuantitativo de las figuras dactilares se obtiene contando el número de líneas que corta una recta que une un trirradio o delta con el centro o núcleo de la figura. No se tienen en cuenta ni el delta ni el núcleo o centro de la figura. Los arcos no tienen ni delta ni núcleo, por tanto su valor cuantitativo es cero. Las presillas tienen solamente un delta y un solo valor cuantitativo. En los torbellinos, como hay dos deltas, se determinan dos valores cuantitativos; de los dos se utiliza siempre el mayor porque expresa mejor el tamaño de la figura. Como dato individual puede usarse el valor cuantitativo medio (suma de los valores cuantitativos de los diez dedos dividido por diez), o bien más frecuentemente el valor cuantitativo total (total finger ridge count) que es la suma de los valores cuantitativos de los diez dedos. En la práctica existe una alta correlación entre el valor cuantitativo y la media de deltas. En una muestra barcelonesa (Pons, 1958) se observaron los siguientes coeficientes de correlación: masculino, r=0.80; femenino, r=0.83.

Herencia de las figuras dactilares

Las formaciones dermopapilares de los gemelos MZ son muy parecidas, comparadas con los DZ y con hermanos corrientes. Sin embargo, la herencia no es total y el ambiente puede actuar en el corto espacio de tiempo de su fenogénesis, siendo posible encontrar diferencias entre los gemelos monocigóticos. En la descendencia de matrimonios que tenían arcos en el dedo índice no aparecía nunca torbellinos. Así, Arco × Arco = nunca torbellino y Torbellino × Torbellino = nunca arco. En los demás tipos de cruzamientos, en la descendencia aparecen todos los tipos de dermatoglifos. Hay pues algo que influye en la gradación de mayor a menor complejidad. Si se estudia la herencia de las figuras dactilares con criterio cuantitativo entre hermanos, padres e hijos, se observa que la correlación entre padres e hijos, hermanos, gemelos, etc. se acomoda a una herencia poligénica con genes de efecto aditivo (padre–hijo, r=0.50; hermano–hermano, r=0.50; gemelos dizigóticos, r=0.50; gemelos monozigóticos, r=0.96).

Líneas dermopapilares de la palma de la mano

En la palma de la mano se encuentran dermatoglifos que son estructuralmente del mismo tipo a los que aparecen en la yema de los dedos. No hay que confundir los dermatoglifos palmares con los surcos de flexión.

  • Trirradios: hay que distinguir los trirradios digitales que se encuentran en la base de los dedos II, III, IV y V y se designan a, b, c y d en sentido radio-cubital. De cada trirradio parten tres radiantes, las dos distales delimitan el área digital. El trirradio proximal se extiende por la palma de la mano y constituye la línea principal. Por lo tanto hay cuatro líneas principales que se designan con las letras A, B, C y D y corresponden a los trirradios a, b, c y d. En el lado proximal de la palma se encuentra el trirradio axial que puede ser distal o en el centro de la palma, en la línea del cuarto metacarpiano. Puede haber uno, dos o tres trirradios axiales, raramente ninguno. Se designan con la letra t y el radiante distal es la línea principal T.
  • Áreas configuracionales: se distingues las áreas hipotenar, tenar y las áreas interdigitales I, II, III y IV. Cada una de ellas es una unidad topográfica caracterizada por la presencia o ausencia de figuras. (fig. 6 y 7 Pons. Fig. 23 pág. 99 Olivier).
  • Líneas principales de la palma: El aspecto general de la configuración palmar queda determinado por el recorrido de las cuatro líneas principales A, B, C y D. Este recorrido puede ser más o menos oblicuo. Para analizar el grado de oblicuidad conviene una adecuada ex presión numérica. Se numeran diferentes segmentos de la periferia de la palma, indicándose cada línea principal por el lugar donde finaliza. Hay 13 posiciones, las impares corresponden a longitudes y las pares a trirradios, excepto la posición 4 que corresponde aproximadamente al punto medio del margen cubital. Las cuatro terminaciones de las líneas principales, en orden D, C, B,A, constituyen la fórmula de las líneas principales (por ejemplo, 11, 9, 7, 5’).

Fórmula palmar completa

Consiste en indicar de una manera ordenada y simplificada todas las características de la palma de la mano. El orden es: línea principal D, C, B, A, T – trirradios t – hipotenar – tenar/interdigital I, interdigital II, interdigital III, interdigital IV. Se observan claras diferencias bimanuales en las líneas principales y respecto a las diferencias sexuales son poco marcadas y no siempre del mismo signo en las diferentes series analizadas. Por tanto se pueden considerar como aleatorias estas diferencias. En cuanto a las diferencias raciales, la línea D es la más apropiada para la distinción de grupos Los európidos son los de mayor transversalidad con los valores más altos. Los Ainu quedan entre medio de mongólidos y európidos. Los négridos se sitúan en el extremo opuesto de la variabilidad con marcada oblicuidad de las líneas principales. Los pigmeos quedan junto con los négridos, mientras que los khoisánidos se aproximan a los európidos. Los mongólidos forman para la línea D un bloque que, con poca variabilidad, se sitúa entre európidos y négridos, presentando una cierta transgresión con los négridos. Los amerindios no difieren prácticamente de las poblaciones del Extremo Oriente. Los esquimales se apartan netamente de los otros mongólidos y entran en el ámbito de variación de los európidos.

El trirradio axial y áreas palmares

El trirradio axial se encuentra habitualmente en el lado proximal de la palma, entre las eminencias hipotenar y tenar. A veces se extiende hasta el centro de la palma. En la mayoría de grupos humanos predomina el trirradio en posición claramente proximal (t). Menos frecuente es la situación intermedia (t’) y la que llega al centro de la palma (t’’). Las combinaciones de dos o más trirradios axiales son también poco frecuentes; entre ellas tt’, t’t’’, tt’t’’, etc. Más rara es todavía la ausencia completa del trirradio axial (0). No parece haber diferencias sexuales y bimanuales para este carácter. La distinción entre t y t’, así como entre t’ y t’’ no es siempre clara y por este motivo Penrose (1954) ideó el ángulo atd máximo (ángulo con el vértice sobre el trirradio axial más distal y los lados sobre los trirradios a y d). Aproximadamente un ángulo atd > 56° corresponde a un trirradio t’’ y un ángulo < 45° a un trirradio t, mientras que los ángulos intermedios serían los de los trirradios t’. El ángulo atd máximo tiene suficiente utilidad para diferenciar la posición del trirradio axial en la población normal respecto de la posición central en algunas anomalías cromosómicas. Como dato individual, es preferible utilizar la media del ángulo de las dos manos.

 

Dermat_3.jpg

Triradios axiales y ángulo atd.

 

Las áreas configuracionales también presentan figuras configuracionales. Se trata de los tipos de figuras que aparecen en las áreas tenar, hipotenar y áreas interdigitales. En el hipotenar hay arcos tectiformes (T), torbellinos (W) y además aparecen distorsiones en el recorrido de las líneas que se llaman vestigios de figura. Respecto a los vestigios se considera que durante la fenogénesis algún factor actúa durante la formación de la figura, pero no tuvo la fuerza suficiente para formarla. Desde el punto de vista morfológico, los dermatoglifos del tenar y del área interdigital I forman una unidad. Diversos trabajos demuestran la clara heredabilidad tanto de las figuras tenares como hipotenares y que el patrón de transmisión es poligénico. Para la línea D las combinaciones de padres con terminaciones altas dan descendencia también con valores altos así como de combinaciones bajas resultan frecuentemente hijos con valores bajos. El estudio de las terminaciones de la línea A muestra un 79 % de concordancia en los gemelos MZ y solamente un 26 % en los DZ. La separación de los trirradios a y b también es hereditaria con efecto aditivo.

Pliegues de flexión palmar

Aunque difieren en origen de las crestas dermopapilares y no pertenecen estrictamente al sistema dermatoglífico, los pliegues de flexión palmares son a menudo incluidos en análisis dermatoglíficos dado que sus alteraciones puede tener un cierto valor diagnóstico en una serie de desórdenes médicos. Los principales pliegues de flexión son:

  • Pliegue longitudinal radial, denominado pliegue tenar, enmarca en cierto modo la eminencia tenar.
  • Pliegue transverso proximal, se encuentra casi en el medio de la palma.
  • Pliegue transverso distal, se localiza entre el pliegue transverso proximal y la cabeza de los huesos metacarpianos.

 

Dermat_4.jpg

Áreas palmares y surco simiano.

Algunas veces los pliegues transversos proximal y distal se unen en un solo pliegue que atraviesa toda la palma. Este único pliegue de flexión transverso es usualmente denominado pliegue simiano o línea simiana, aunque esta denominación es inapropiada. Una variación en apariencia del pliegue transverso proximal, es la denominada línea de Sydney, observada en Australia por Purvis-Smith y Menser (1968). Esta línea representa un pliegue transverso proximal que se extiende hasta el margen ulnar de la palma, persistiendo el pliegue transverso distal de forma normal. Existen variantes de la línea de Sydney (fig. 5.6 y 5.7 pág. 110-111, B. Schaumann). Un incremento de la frecuencia de la línea de Sydney ha sido observada en individuos con el síndrome de Down.

 

Bibliografía

  • B. Cambbell, Ecología Humana
  • Nature 338 (30-3-89) Rise and fall of western diseases.
  • P. Ungar (1996) Cota Zero nº 12, Diciembre 1996

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