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7. Biodemografía: natalidad y mortalidad

La biodemografía permite comprender las relaciones entre las poblaciones y su ambiente. Los parámetros de demografía antropológica incluyen el tamaño de la población, estructura por edades y sexo, crecimiento y cambios en el tiempo del tamaño y estructura. Las fuentes biodemográficas pueden ser los archivos civiles (registro civil) o religiosos de nacimientos, defunciones y matrimonios, o dispensas por consanguinidad,
y los censos y padrones municipales.

  • Paleodemografía: los restos esqueléticos permiten obtener información sobre la edad y el sexo de los individuos, aportando información paleoambiental sobre la distribución de la población, densidad, nutrición, enfermedad y cultura.

En el comportamiento demográfico de las poblaciones hay gran heterogeneidad. Influyen factores geográficos, económicos y psíquicos. Los grupos humanos no son permanentes, pueden variar su estructura y su lugar de emplazamiento.

Estructura por edad y sexo: pirámides

  • Edad: primer componente de la población
  • Sexo: la capacidad de procreación de un individuo depende de las posibilidades que
    tenga de aparearse.
  • Pirámide de edades: representa dos histogramas enfrentados (edad y sexo). La estructura por edad y sexo puede condicionar el desarrollo de una población y es informativa de la fecundidad y mortalidad.

La natalidad depende de la tasa de reproducción y también de la estructura de la población (población femenina en edad de reproducirse). La proporción de sexos no es constante en las poblaciones, dado que existen migraciones, guerras, mortalidad diferencial, migraciones.

Proporción sexual

La proporción de sexos puede ser:

  • Primaria sería la que se da en la fecundación
  • Secundaria al momento del nacimiento
  • Terciaria es la de la población en general

La proporción primaria teórica debe ser 1:1, pero resulta de difícil comprobación. El exceso inicial de nacimientos masculinos queda eliminado por la mayor mortalidad masculina, produciéndose una mayor proporción 3ª femenina en edades avanzadas.

Capacidad sustentadora y modelos ecológicos

Capacidad sustentadora (carrying capacity K): cantidad máxima de individuos que pueden alimentarse de forma permanente en un determinado entorno (límite de crecimiento de una población).

Mediante modelos ecológicos se puede estimar la capacidad sustentadora y conocer los parámetros poblacionales (tamaño y densidad) en sociedades de economía de subsistencia cerrada. Estos modelos se basan en el rendimiento de los recursos potenciales de una área determinada según el nivel de eficiencia de extracción.

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Aumento de la capacidad sustentadora en relación con las innovaciones tecnológicas.

La capacidad sustentadora varía en función del modelo económico: cazadores-recolectores, agrícolas y tecnología industrial. Weiner (1972) incluye en el cálculo de la capacidad sustentadora K el concepto de capacidad de trabajo de un individuo. Además hay que considerar otros factores (Antropología Ecológica, Ed. Bellaterra, Hardesty D.L. 1979), como el equilibrio de la dieta para un óptimo rendimiento demográfico, o la intensidad del trabajo, que depende entre otros factores de las condiciones del terreno, acción de la temperatura, enfermedad, etc.

Parámetros demográficos

Índice demográfico de dependencia (ID): es un indicador de económica y social. Mide la proporción de individuos menores de 15 años y mayores de 65 respecto a la población productora comprendida entre 15 y 65 años.

ID = [(P 0-14 + P 65+) / P 15-64] × 100

ID es muy elevado en las poblaciones en vías de desarrollo, con alta fecundidad, donde el componente de individuos muy jóvenes prevalece. Los valores entre diversas poblaciones varían entre 40% y 103% (Egipto 77.3 – Nigeria 102.8 – Brasil 68.75 – Mexico 84.3 – USA. 50.5 – India 69.8 – China 53.9). Es de gran utilidad poder descomponer las variaciones numéricas de una población en un determinado intervalo t, (Pt – P0 = Dt) en sus cuatro componentes constitutivos: nacimientos, muertes, inmigraciones y emigraciones (respectivamente, N, M, I y E):

  • Pt – P0 = N − M + I − E
  • P0 + N – M + I − E = Pt

Esta expresión es conocida como “ecuación compensadora”. Si llamamos, finalmente saldo o crecimiento natural a la diferencia entre nacimientos y muertes (SN=N–M) y saldo migratorio a la diferencia entre inmigrados y emigrados (SM=I−E), tendremos que:

  • Pt − P0 = SN + SM

El saldo migratorio (SM) se puede calcular indirectamente, partiendo de la ecuación compensadora: SM = Pt − (P0 + SN).

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Crecimiento natural y balance migratorio

  • Tasa de natalidad (TN): nacidos vivos por cada 1000 habitantes.
  • Tasa bruta de natalidad = (N / P) × 1000; N: nacimientos en un año, P: población en la mitad de este año.
  • Tasa de mortalidad (TM): defunciones por cada 1000 habitantes.
  • Tasa de crecimiento natural = TN − TM
    • Para ver el grado de fecundidad de una población hay que tener en cuenta que solo las mujeres de 15-45 años tienen importancia reproductora. Además no es suficiente considerar el número de nacimientos, sino hay que tener en cuenta el número de los que llegarán a la edad reproductora.
  • Tasa de fecundidad específica TFE = (Ne / Pfe ) × 1000
    • Ne = nacimientos de madres con edad e.
    • Pfe = población femenina de edad e, en el mismo año.
  • Tasa general de fecundidad (f) : es el cociente entre los nacidos vivos y la población femenina en edad fecunda. f = (N / Pf15-49) × 1000.
  • Indice sintético de fecundidad o Tasa de fecundidad total, ISF = n × ∑ (Ne/Pfe
    • n: tamaño de cada intervalo de edad (n = 5, para grupos quinquenales).
    • Ne: nacimientos en un año de madres con edad e.
    • Pfe: población femenina de edad e en el mismo año.
  • Tasa bruta de reproducción (R): nacen 105 niños por cada 100 niñas; 2,05 = número
    de hijos necesarios para tener una niña. R = n / 2.05
  • Si R = 1 en ausencia de mortalidad se mantiene el efectivo reproductor femenino.
  • Tasa neta de reproducción (R0): ponderando las tasas de fecundidad por edad con
    las probabilidades de supervivencia (mortalidad).

    • Si Sx es la probabilidad de supervivencia en la edad media a la maternidad, R0 = Sx × R.
    • Umbral de reemplazo de generaciones. Se situaría en 2.1 hijos por mujer. R0 = 2,05 (el número de hijos necesarios para tener una niña) y Sx = 0,98 (probabilidad de supervivencia a los 27 años (edad media de maternidad en países industrializados). Si la mortalidad infantil es elevada, el umbral de reemplazo sería superior (con una probabilidad de supervivencia a los 30 años de 0,7 se necesitan 3 hijos por mujer para garantizar el reemplazo).

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Parámetros de crecimiento demográfico.

Cálculo de la tasa de crecimiento demográfico

El crecimiento de la población es exponencial: r = tasa de crecimiento, t = tiempo (años).

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  • Paleolítico: r < 0.0001 (t = 8.000 – 9.000 años);
  • Neolítico: r = 0.0004;
  • s. XVIII-XIX: r = 0.006;
  • s. XX: r = 0.018.
  • Población estable: la tasa de mortalidad y las tasas de fecundidad por edades son invariables.
  • Población estacionaria: población estable con tasa de crecimiento natural = 0.

Causas que limitan el crecimiento de las poblaciones

  • Naturales: medios naturales limitados, epidemias, etc.
  • Sociales: guerras y desórdenes sociales.

La distribución de la población se ha modificado al depender menos del medio ambiente. La higiene, mejoras sanitarias, avances de la medicina, mejor de la alimentación, etc., han hecho disminuir la tasa de mortalidad. El control de natalidad baja la tasa de natalidad. La vida en las ciudades junto con aspectos sociales de las familias causan menor fecundidad.

Neolítico: sedentarización, mayor duración de la vida de la mujer, reducción del intervalo intergenésico, incremento del número de hijos, aumenta la longevidad. La transición neolítica seguramente se daría por un incremento de la fecundidad.

Transición demográfica en Europa

Se definen tres fases demográficas en función de las tasas de natalidad y mortalidad, Dentro de estas fases se distinguen, a su vez, cinco tipos demográficos:

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Fase I (tipo 1): las tasas de natalidad y de mortalidad son muy elevadas, si bien esta última son fluctuantes, con relación a los períodos de hambre y epidemias. Estabilidad en el crecimiento demográfico. Sociedades preindustriales o países en los que la agricultura no está bien desarrollada y los niveles de producción son bajos.

Fase II (tipo 2): las tasas de natalidad permanecen altas, mientras que la mortalidad desciende lentamente gracias a la mejora del nivel sanitario. Se inicia el crecimiento de la población. (tipo 3): la transición demográfica, se caracteriza porque la natalidad se reduce ligeramente y la mortalidad continúa su declive anterior con una tendencia a la estabilización. Es el período de mayor crecimiento de población o “explosión demográfica”. (tipo 4): final de la transición caracterizada por tasas de mortalidad muy bajas y natalidad que disminuye rápidamente. Al término de este periodo ambas tasas convergen, de modo que el crecimiento demográfico registra una deceleración progresiva.

Fase III (tipo 5): comienza cuando la tasa de natalidad ha caído hasta el nivel de la tasa de mortalidad, y fluctúa en respuesta al ciclo económico. El crecimiento de la población es nulo o muy débil.

Causas de la transición demográfica en Europa

La disminución de la mortalidad a finales del siglo XVIII en Europa tiene tres interpretaciones:

  1. Hasta mediados del siglo XIX las innovaciones médicas no podían ser la causa exclusiva, sería una mejora de la dieta lo que causaría el descenso inicial de la mortalidad infantil.
  2. La protección contra la viruela (vacuna antivariólica introducida a finales del siglo) reduciría drásticamente la mortalidad. También habría mejoras en la higiene a comienzos del siglo XIX.
  3. Antes del siglo XVIII habría períodos de baja mortalidad seguidos por períodos de fuerte mortalidad (mortalidad catastrófica). El siglo XVIII sería un período de baja mortalidad y la mejora de las condiciones de vida a comienzos del siglo XIX impediría otro ciclo de mortalidad catastrófica (grandes epidemias).

Regulación del tamaño poblacional

La tasa de crecimiento es una medida de la eficiencia de la adaptación (si hay fecundidad natural). La mortalidad infantil y juvenil indica menor eficiencia. Si la capacidad de alimentar a la población se agota (recursos ambientales escasos) pueden darse cuatro consecuencias:

  • Migración (reduce la presión selectiva)
  • Descenso de la fecundidad (tanto por factores biológicos como sociales)
  • Cambio tecnológico (para contrarrestar)
  • Hambre, enfermedad, muerte (si no hay respuesta).

Pirámides de poblaciones

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Ejemplo de transición demográfica y efecto sobre la pirámide poblacional.

Una pirámide demográfica es una forma sencilla de representar la estructura de una población ya que se representa a la vez el tamaño poblacional per categorías de edad y sexo. Además, permite analizar patrones de natalidad y mortalidad a lo largo del tiempo y comparar la estructura de la población en diferentes momentos, lo que informa sobre la transición demográfica. Una población joven tendrá una base ancha, que se irá estrechando progresivamente en función de la mortalidad, especielmente en relación con la mortalidad infantil que suele ser alta en sociedades preindustrializadas. La mejora de las condiciones socio-sanitarias reduce la mortalidad infantil, lo que afecta también a la tasa de natalidad que disminuye, estrechándose la base de la pirámide. Las sociedades envejecidas tienen pirámides de base estrecha y elevada esperanza de vida, dando lugar a lo que se denomina una «pirámide invertida». Las indentaciones en la pirámide a lo largo de los grupos de edad reflejan incrementos de la tasa de natalidad (baby boom) o mortalidad (por efecto de guerras o epidemias).

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Pirámide de una sociedad que ya ha pasado la transición demográfica (izquierda) y de una sociedad preindustrial con alta tasa de mortalidad (derecha).

Natalidad y mortalidad

Natalidad y mortalidad son los mecanismos más significativos en los que se basa la Selección Natural.

Oportunidad de selección en la especie humana

La distribución de frecuencias génicas varia cuando actúa la selección natural mediante reproducción diferencial. El número de descendientes con que cada pareja contribuye a la generación siguiente es una medida insuficiente de la transmisión de los genes ya que estos descendientes pueden morir antes de llegar a la edad reproductora. Los factores con los que la selección natural puede actuar son la fecundidad y la mortalidad diferenciales, que pueden afectar a las frecuencias génicas y a las proporciones genotípicas esperadas según la ley de H-W. Ambos factores posibilitan la actuación de la selección natural.

En base a estos dos factores, Crow (1958) definió su índice de selección. El índice de Crow se obtiene a partir de datos demográficos. Es una medida de la oportunidad de actuación de la selección, sin informar de si actúa realmente ni cómo o en qué sentido. Crow consideró dos componentes para el cálculo del índice:

  • Índice de selección potencial por mortalidad diferencial (Im): relación entre la proporción de defunciones (Pd) y de supervivientes (Ps) hasta la edad reproductora (20 años): Im= Pd / Ps = (1 – Ps) / Ps
  • Índice de selección potencial por fecundidad diferencial (If): relación entre la varianza del número de hijos y el cuadrado de la media de hijos por madre. Se toman las mujeres que han tenido hijos y han terminado su periodo reproductor. If = Vf / = x² donde Vf es la varianza del número de hijos y x² el cuadrado de la media de hijos por mujer.

Índice de selección total (I): índice por mortalidad más índice por fecundidad dividido por los supervivientes. I = Im + If / Ps

En los indúes hay índices por mortalidad (Im) elevados, mientras que en los ingleses el índice por fecundidad es muy grande (se tienen pocos hijos pero hay muchas diferencias entre las parejas). Este índice no indica si la selección actúa sino la posibilidad que tiene de hacerlo.

Las tasas de mortalidad y natalidad regulan el crecimiento demográfico de la población y la estructura de la pirámide demográfica.

Mortalidad: curva de supervivencia

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Curva de vida de la población de Suecia entre 1757 y 1959.

La curva de supervivencia (o curva de vida) refleja el porcentaje de individuos vivos en cada categoría de edad. Es un indicador de la tasa de mortalidad que afecta a una población. El porcentaje de individuos vivos descenderá lentamente en sociedades con bajas tasas de mortalidad infantil. Si la mortalidad infantil es alta, la curva de vida desciende rápidamente en las primeras categorías de edad. La transificón demográfica se refleja claramente en las curvas de vida superpuestas de una población en diversos momentos del tiempo (la imagen muestra la transición demográfica de la población de Suecia desde el siglo XVIII al XX. Tanto la pirámide de población como la curva de supervivencia reflejan de forma precisa los cambios en la tasa de mortalidad, aunque la curva de vida no muestra las variaciones en la tasa de natalidad ya que representa en forma de porcentaje, y tampoco distingue la mortalidad por sexos.

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Intérvalo intersexual.

Las cuasas de mortalidad son muy variadas y dependen tanto de condicionamientos genéticos como facores ambientales: enfermedad cardiovascular, enfermedades isquémnicas, cáncer, traumatismos, diabetes, pneumonía, enfermedades infecciosas, suicidio, homicidio, infanticidio… En su mayoría estas causas de muerte aumentan su incidencia con la edad. Algunas causas de muerte son más prevalentes en indiviuos jóvenes, como accidentes de tráfico o el infanticidio (más frecuente en poblaciones asiáticas donde se practica como un mecanismo de control de la natalidad). Independientemente de estos factores culturales que afectan a la mortalidad, la mortalidad de varones es superior a la de mujeres en todas las categorías de edad, lo que da lugar a un intérvalo intersexual (el cociente entre la tasa de mortalidad masculina y la femenina) superior a 1 (mayor mortalidad masculina). La mortalidad masculina en torno a los 2 años de edad puede llegar a ser hasta tres veces superior a la femenina. A nivel fetal tambiénm se ha detectado una mayor frecuencia de abortos masculinos que femeninos. Las causas de esta diferencia entre las tasas de mortalidad masculina y femenina pueden ser ambientales (si se igualaran los riesgos ambientales de ambos sexos, se igualarían sus tasas de mortalidad) o genéticos (la selección natoral habría favorecido una mayor mortalidad masculina para igualar la proporción de sexos al inicio del preiodo fértil).

Natalidad: regulación de la fecundidad

  • Mecanismos biológicos
    • Factores de maduración reproductora: ambiente (mala nutrición). La edad de menarquia, los ciclos ovulatorios y la gestación requieren un mínimo de necesidades nutricionales.
    • Lactancia: anticonceptivo (incrementa los intervalos entre gestaciones). La producción de leche materna suprime la ovulación. La lactancia mantiene los niveles de progesterona y produce la hormona prolactina que retarda el ciclo menstrual normal y la ovulación. Para los primeros 2 o 3 años de lactancia de
      un niño es un mecanismo muy efectivo de regulación de la natalidad. La alimentación con leche materna puede reducir la mortalidad: reduce 3,6 veces la muerte por infecciones respiratorias, disminuye en un 35% el riesgo de diarreas en lo primeros meses; además la leche materna tiene una temperatura correcta, es digerida más fácilmente y disminuye el riesgo de alergias. En los países desarrollados la lactancia materna es mínima (en Cataluña un 80% al nacimiento, pero a los 3 meses solo el 30%).
  • Mecanismos culturales
    • Aborto. En Nueva York (1970-71) la natalidad media por mujer antes de liberalizar la regulación del aborto era en mujeres blancas 2,15 y en mujeres negras 2,85 hijos; 18 meses después de la ley (1973) pasó a ser 1,84 en mujeres blancas y 2,11 en mujeres negras. El valor de las mujeres blancas la natalidad pasó a estar por debajo del nivel de remplazamiento generacional. En Cataluña en 1992 se produjeron 57.178 nacimientos y 10.973 abortos legales.
    • Infanticidio: es más común de lo que parece en poblaciones primitivas: en aborígenes australianos alcanza el 15% de los nacidos. Puede tener motivos eugenésicos. Muchas veces el infanticidio afecta más a las niñas (en algunas  poblaciones de aborígenes australianos las proporciones sexuales en adultos pueden ser de 150 varones por cada 100 mujeres, lo cual puede afectar la fecundidad del grupo). En China la limitación de nacimientos (1 hijo/familia) aumentó el infanticidio de niñas (en 1992 había 118 nacimientos masculinos por 100 femeninos. En la India es de 117 por 100; en la India se exige dote a las chicas lo que incentiva el aborto femenino (diagnóstico por ecografía).
    • Edad al matrimonio: importante en poblaciones sin control de natalidad. La edad al matrimonio y el porcentaje de solteros definitivos (en muchas sociedades no hay mujeres solteras) han sido mecanismos de contracepción. Además, hay normas sociales que limitan las oportunidades sexuales: períodos de abstinencia según las tabúes sexuales; el segundo y tercer matrimonio pueden retrasarse o no tener lugar después de la muerte del marido o del divorcio. Se ha relacionado el incremento de fecundidad en las sociedades no industriales con la relajación de los tabúes sexuales.
    • Contracepción: Los métodos varían pero el control de natalidad se ha practicado en todas las sociedades. Las enfermedades, sobre todos las venéreas han contribuido a reducir la fecundidad.

Patrones de fertilidad y fecundidad

El número de hijos por mujer depende de factores biológicos y sociales que influyen en la frecuencia de nacimientos y la longitud del intérvalo fecundo.

  • La frecuencia de nacimientos durante el intervalo fecundo es una función inversa de los intervalos entre partos. En un régimen de fecundidad natural (sin control de natalidad) el intervalo intergenésico se puede descomponer en cuatro segmentos.
    • Período de infertilidad entre partos por interrupción de la ovulación (2 meses, o más si hay lactancia) causando infertilidad (de 3 a 24 meses).
    • Tiempo medio para volver a embarazarse después de la ovulación normal (de 5 a 10 meses).
    • duración del embarazo (9 meses).
    • mortalidad intrauterina: 1 de cada 5 embarazos no llegan a término (aborto espontáneo). Para una nueva fecundación habrá que esperar 1/5 de 5-10 meses = 1-2 meses.
    • Si sumamos los valores máximos y mínimos: 3+5+9+1 = 18 meses = 1,5 años (intervalo intergenésico mínimo); 24+10+9+2 = 45 meses = 3,5 años (intervalo intergenésico máximo).
  • Longitud del intervalo fecundo: El intervalo fecundo depende de factores sociales (edad al matrimonio, de 15 a 25 años), factores biológicos (edad menopausia, aprox. 50 años, pero la edad del último hijo se sitúa a los 40 años). El intervalo fecundo será de 15 a 25 años (25-40 y 15-40). Podemos calcular cual sería el número máximo y mínimo de hijos por mujer en una población hipotética no sometida a mortalidad:
    • mínimo intervalo de fecundidad / máximo intergenésico: 15 / 3,5 = 4,3 hijos
    • máximo intervalo de fecundidad / mínimo intergenésico: 25 / 1,5 =16,7 hijos

Estas combinaciones extremas, particularmente la máxima, son poco probables. Los repetidos embarazos pueden provocar un desgaste biológico de la mujer y patologías que disminuyen la fecundidad. En sociedades históricas y actuales el número más habitual es de 5 a 8 hijos por mujer. Una estima de los máximos niveles de fecundidad humana se dan en mujeres Hutteritas (secta anabaptista que fue a América el siglo XVIIIXIX), con fecundidad natural y con buenas condiciones nutricionales : 10,9 hijos/mujer. Para conseguir altas tasas de fecundidad se deben superar condicionamientos biosociales de la fecundidad y el filtro de la mortalidad, factores que no son independientes entre sí. Cuando el número de hijos es elevado, el riesgo de muerte en la primera infancia es grande, sobre todo en sociedades poco desarrolladas. Las condiciones socioeconómicas están también fuertemente asociadas al incremento de la mortalidad infantil y juvenil.

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Factores que limitan la capacidad reproductora en la especie humana

Hay cuatro factores que, conjuntamente con una alimentación deficiente, contribuyen de manera significativa a elevar la mortalidad infantil y materna:

  • Alimentación deficiente
  • Embarazos precoces y tardíos (<19 y >35)
  • Intervalo intergenésico < 2 años
  • Efectos de embarazos demasiado repetidos
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Patrones de fecundidad en poblaciones tradicionales y modernas.

  • Periodoe fértil: duración en años desde la nebarquia a la menopausa.
  • Periodo fecundo:duración en años del el nacimiento del primer hujo hasta el nacimiento del último.
  • Periodo intergenésico: duración media en años  entre dos nacimientos consecutivos (se puede calcular para una mujer o para la población femenina general.

A nivel teórico, los valores mínimo y máximo de natalidad en las poblaciones humanas pueden variar entre 4,3 y 16,7 hijos por mujer considerando un periodo intergenésico mínimo de 18 meses y máximo de 48 meses.

Senescencia y mortalidad

El envejecimiento es un proceso complejo que depende de factores de orden genético y orgánico. Los procesos de formación y destrucción celular están presentes desde la vida embrionaria: la relación entre formación y destrucción varía y por tanto no existe ningún punto concreto en el que podamos indicar el comienzo de la senescencia.

  • Los estudios realizados son transversales (no longitudinales) por lo que en el estudio de la senescencia se mezcla generaciones distintas.
  • Es difícil separar los parámetros de envejecimiento natural de los de senescencia patológica.
  • Los factores genéticos son difíciles de evaluar (físicos, fisiológicos, psicológicos).
  • Los factores mesológicos (ambientales) son más determinantes, pero son numerosos también y difícilmente disociables (físicos, climáticos, nutricionales, psico-sociales, etc.).

Teorías del envejecimiento biológico

  • Teoría mutacional. Las mutaciones se acumulan en las células somáticas. Pueden ser mutaciones génicas o cromosómicas y son la causa de:
    • células con crecimiento incontrolado (cáncer)
    • células no reconocibles por el sistema inmunológico (enfermedades autoinmunes)
    • células cuyo metabolismo esté alterado (arteriosclerosis).

El envejecimiento podría deberse a: 1) “errores” durante la mitosis (inviabilidad); 2) “errores” en la síntesis de proteínas (acumulación de proteínas alteradas en células envejecidas)

  • Teoría de la disminución en la producción de DNA. Síndrome genético acompañado de senescencia precoz (síndrome de Werner). El número de divisiones potenciales in vitro se ve altamente reducido. En las células postmitóticas las modificaciones del
    ADN podrían afectar a su viabilidad.
  • Teoría de la acumulación de restos intracelulares. Inviabilidad celular.
  • Teoría del deterioro de membranas celulares. Lisis celular.
  • Deficiencia en la formación de RNA ribosómico. Altera indirectamente la síntesis de proteínas.

Declive de las funciones orgánicas

La muerte es el resultado de la involución lenta de las funciones orgánicas. De los 30 a los 80 años, la velocidad de transmisión nerviosa disminuye en un 15%, el metabolismo basal en un 20%, la función cardíaca en un 40%, el flujo sanguíneo renal en un 50% y disminuye la capacidad de reacción al estrés agudo. La muerte resultará de un stress mesológico (ambiental) muy grande respecto a la capacidad de reacción del organismo.

Cambios fisiológicos

Sistema nervioso: el tiempo de reacción aumenta, las funciones sensitivas disminuyen, la precisión de los movimientos se deteriora y se inicia la atrofia del cerebro a partir de la pubertad.

Sistema respiratorio: disminuye la elasticidad de los pulmones, aumenta la calcificación de los cartílagos costales y disminuye la capacidad respiratoria: de 80 l/m²/min a los 20 años a 36.5 l/m²/min a los 80 años.

Sistema circulatorio: incremento del nivel de colesterol sérico con la edad, aumento de la presión sanguínea, especialmente la sistólica.

Metabolismo: variación de los niveles hormonales, disminución del consumo de oxígeno por unidad de masa corporal (lean body mass), reducción de la producción de calor basal (en cal/m²/h).

Sistema muscular: disminución de la anchura muscular, aumento de las membranas capsulares, disminución de la masa citoplasmática y del número total de fibras, aumento del tejido conectivo y graso.

Cambios osteológicos: aumento de los diámetros óseos por aposición ósea en el periostio; disminución del espesor cortical (puede ser genético); los cuerpos vertebrales lumbares se acortan; procesos artríticos y problemas articulares.

Cambios antropométricos (no confundir senescencia y tendencia secular). Los estudios longitudinales son más apropiados. Aumentan la longitud y anchura de la cabeza, anchura bizigomática, altura de la nariz, peso, diámetro biacromial, diámetro bicrestal. Disminuyen la anchura frontal, talla, altura del busto, longitud del brazo. La estatura disminuye por menor altura de los cuerpos vertebrales y de los discos intervertebrales, osteoporosis y aumento de las curvaturas (lordosis y cifosis). El peso tiende a incrementarse de los 20 a los 65 años, después se observa una disminución significativa

Factores mesológicos

  • Clima: En condiciones climáticas extremas (tropicales o polares) no se observan los parámetros de envejecimiento observados en las sociedades industriales: el aumento de presión sanguínea (sistólica y diastólica) no se observa en Pigmeos, Bosquimanos y Esquimales; El nivel de colesterol sérico no aumenta con la edad en Pigmeos, Bosquimanos y Esquimales; El peso no aumenta con la edad en los Pigmeos ni en los Papuas (Nueva Guinea).
  • Altitud: Las poblaciones de gran altitud (+3500 m) de América del sur no muestran un incremento de la presión sanguínea con la edad (Bolivia y Perú).
  • Actividad física: Las personas activas son biológicamente más jóvenes que las no activas: a nivel de las funciones pulmonares y actividad psicomotriz, aunque no se da mayor longevidad en atletas.
  • Factores químicos y radiaciones ionizantes: Los efectos mutágenos o cancerígenos y los factores de la polución atmosférica conducen a un aumento de las enfermedades respiratorias crónicas.

Un aumento de la tasa de mortalidad no entraña necesariamente una aceleración de la tasa de envejecimiento. Factores nutricionales y psico-sociales no parecen ser determinantes del envejecimiento (a menos que induzcan procesos patológicos pero estos sólo afectan a la mortalidad).

La senescencia y la rapidez del proceso de degeneración pueden estar determinados genéticamente en la medida que estan relacionados a caracteres de orden físico, fisiológico y psicológico. Estudios gemelares monocigóticos demuestran una concordancia en los cambios involutivos (calvicie, aparición de arrugas, disminución de funciones musculares y capacidad sensitiva, auditiva o visual). Se ha postulado un componente genético para la aparición de la menopausia. Existe una débil
heredabilidad de la longevidad.

Mortalidad diferencia

El envejecimiento se caracteriza por cambios físicos, fisiológicos y psicológicos que permiten distinguir entre edad cronológica y edad biológica. Los cambios debidos a senescencia son graduales y causan la degeneración de funciones pero hay grandes variaciones en la expresión de procesos degenerativos. La tendencia secular de la edad de muerte (esperanza de vida) depende de la erradicación de enfermedades infecciosas (tuberculosis, difteria, fiebre tifoidea) y de la emergencia de enfermedades crónicas (cardíacas, cánceres y lesiones vasculares del sistema nervioso, arteriosclerosis, osteoartritis, diabetes no dependiente de la insulina, cirrosis, etc.). Las enfermedades crónicas pueden ser consideradas enfermedades del envejecimiento dado que se inician por cambios microscópicos de las células y órganos que preceden a los síntomas reales de la enfermedad. Una buena acción sanitaria debería aislar las causas mesológicas para retrasar su aparición. Diversos factores de riesgo han sido detectados, tales como el tabaco, consumo excesivo de alcohol, peso elevado, consumo de grasas, sedentarismo o estrés psicológico. La lucha, sobretodo a nivel personal, contra estos factores puede aumentar la esperanza de vida y sobre todo la cualidad de vida.

La duración de la vida en períodos antiguos (Paleolítico o Neolítico) se basa en la determinación de la edad esquelética. Las edades observables corresponden en general a individuos jóvenes y con un máximo de 50 años. Las causas de muerte más comunes en la prehistoria están relacionadas con la mortalidad infantil y la muerte violenta, golpes, decapitaciones y canibalismo. La esperanza de vida en épocas prehistóricas era la mitad (35-40 años) que la del hombre actual (75-80). Papiros egipcios indican que la duración de la vida podía llegar a los 80 años. En la Grecia clásica había personas de 80 años. Inscripciones funerarias romanas en Italia describen personas de más de 100 años. Inscripciones funerarias romanas del Norte de África describen individuos de 80 años. Cementerios medievales revelan esqueletos de 60 años. En cambio, las poblaciones de los siglos XVI-XVIII tenían una esperanza de vida en torno a los 35 años. Un 5-10% de la población europea podría sobrepasar los 60 años; a los 40 años se consideraba vieja. Miguel Ángel escribe a los Médicis en 1517 con 42 años e indica que es viejo (vivió 89 años).

Los factores determinantes de tasas de mortalidad diferencial son diversos:

  • Población rural/urbana: en países desarrollados la vida rural tiende a ser parecida a la urbana. En países poco desarrollados las diferencias son notables. Las condiciones de vida son muy diferentes (pobreza, higiene, condiciones sanitarias, etc.).
  • Raza: Hay diferencias claras en pobreza entre población negra y blanca en Estados Unidos, en relación con el nivel social que pueden contribuir a las diferencias (la mortalidad infantil es mayor en negros).
  • Sexo: Las mujeres viven más que lo hombres. En países desarrollados las diferencias en longevidad varían 5 y 10 años. En algunos países la longevidad femenina es más baja debido a una tasa de mortalidad infantil mayor en niñas que en niños. Bangladesh: niños < 5 años 16% más de alimentación que a niñas. India: las niñas tienen 4 veces máyor probabilidad de sufrir malnutrición. En Paquistán
    y República Arabe del Yemen hay 3veces más niños que niñas en escuelas secundarias. Los padres con recursos limitados invierten más en sus hijos que en sus hijas, presumiblemente a causa de la esperanza de recibir un soporte económico posterior. La independencia de la mujer ejerce un papel importante en la reducción de la mortalidad femenina: educación, planificación familiar, espaciado de hasta 4 años de los embarazos, evitar embarazos prematuros, cuidados médicos y nutrición son factores correlacionados con una baja mortalidad materna e infantil.

Intervalo intersexual (gender gap)

Es la diferencia en la esperanza de vida entre varones y mujeres. En 1900 en Europa era de 2 años (esperanza de vida al nacimiento de 46,3 años en varones y 48,3 años mujeres). En 1920 decreció a 1 año debido a mayor mortalidad femenina durante la epidemia de gripe. El gender gap en la concepción ha sido estimado entre 1,15-2,0 a favor de los varones. La ratio en abortos espontáneos es 1,3 y al nacimiento es 1,05 (exceso de mortalidad masculina en el útero).

La mortalidad por causas extremas a una determinada edad en varones es 3 veces más alta que las mujeres. La tasa de suicidio en el hombre de 80 a 84 años es 10 veces mayor que la mujer a esas edades. Los cánceres derivados del tabaco afectaban más a los varones que a las mujeres (tienden a equipararse). El lapso entre géneros (gender gap) es insignificante entre los Adventistas del Séptimo Día. Esto puede ser debido a la prohibición del consumo de alcohol, tabaco y carne, y viven lejos de grandes ciudades. En sociedades con condiciones sociales bajas las diferencias son mayores (8,3 años) que en las clases sociales más elevadas (5 años). Las mujeres viven más tiempo, pero hay evidencias que indican una mayor incidencia de condiciones crónicas que son debilitantes, pero que por lo general no son fatales (condiciones músculo-esqueléticas, artritis, osteoporosis, fracturas de cadera, anemias, depresión, etc.).

Hay varias clases de genes que podrían experimentar mutaciones y llevar a una mayor duración de la vida (gerontogenes). Los gerontogenes limitarían la duración de la vida. En el nemátodo Caenorhabditis elegans el gen mutante incrementa la supervivencia entre el 70% y 110%. La evolución de la longevidad es el resultado de: 1) mutaciones en gerontogenes que alteran su potencial de limitar la vida o 2) cambios en otros genes que contrarrestan los efectos de los gerontogenes. También hay genes que aseguran la longevidad (longevity assurance genes), como enzimas reparadoras de DNA, enzimas antioxidantes o productores de compuestos antioxidantes, proteínas involucradas en el metabolismo del colesterol, loci del MHC (major histocompatibility complex), reguladores de proliferación celular, incluyendo los genes supresores de tumores, reguladores de diferenciación celular/senescencia, factores de transcripción, etc.

Bibliografía

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